Frente a la compleja situación que atraviesan las prestadoras de servicios de salud sindicales y los alicaídos salarios de los trabajadores, el Gobierno acordó con los gremios «habilitar» parte de los fondos que tiene «pisados» desde el inicio de la gestión, en el intento de compensar la «asfixia» provocada por la devaluación del 12 de agosto y la inflación creciente que disparó la canasta básica por las nubes.
Lejos de ser un subsidio del Gobierno, el dinero proviene del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), cuyo financiamiento surge del aporte obligatorio que se les retiene mensualmente a los trabajadores registrados de sus salarios, y siempre esa devolución ha sido motivo de anuncios “incumplidos”.
El propio Macri el 2 de agosto de 2016 en la Casa Rosada con la plana mayor del sindicalismo tradicional, hizo un anuncio que representó el eje de una “tregua” que esa representación mantuvo los primeros dos años con el Gobierno. Pero pasados catorce meses del anuncio oficial de una «reparación histórica» para las obras sociales sindicales la CGT reconoció que el Gobierno no saldó un peso de los desembolsos comprometidos.
Aquel entendimiento implicaba la definición de un destino concreto para los casi 30 mil millones de pesos acumulados en el Fondo Solidario de Redistribución (conformado por aportes al Fisco de las obras sociales retenidos para el repago de tratamientos o medicamentos muy costosos) que Macri siempre tuvo “bajo llave”.
De allí fueron destrabando con cuenta gotas, y finalmente nunca se hizo efectiva la liberación del total de los fondos reconocidos como “adeudados”. De ser cierto ésta vez, los 2.500 millones serán distribuidos en cuatro cuotas, entre el mes en curso y diciembre, lo que permitirá que sigan funcionando las obras sociales gremiales, muchas de las cuales están en quiebra, azotadas por la suba de los costos, particularmente de los insumos en dólares.
Este acuerdo podría destrabar, el parte, el reclamo de la “emergencia sanitaria” que está exigiendo todo el arco sindical al Gobierno, dado que las prestadoras médicas ya no les afrontan los tratamientos de alta complejidad por la falta de fondos.
La CGT también llevará el reclamo por las obras sociales a la reunión con Sica y Stanley
En este contexto, el Gobierno decidió “habilitar” este monto, menor a un 10% del total de la deuda, que se remitirá a las obras sociales sindicales, o por lo menos ese debiera ser su uso, aunque la asfixiante situación económica por la que atraviesan los trabajadores, hace evaluar la posibilidad de distribuir las finanzas en carácter de “plus salarial”.
Mauricio Macri, parece no tener margen para continuar especulando con los millones del FSR, la crisis económica tensó demasiado la cuerda, y hay un último acuerdo entre los sindicatos dialoguistas y el Gobierno y es que es necesario por los próximos meses, hacer lo necesario para mantener la “paz social”.