A raíz de los cuantiosos endeudamientos por parte de los inquilinos que atravesaron situaciones complejas producto de la pandemia, el Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios de Argentina (Cofeci) propuso la creación de una «tarjeta alquilar” para subsidiarlos.
La entidad propuso que, en lugar de una nueva prórroga del congelamiento de alquileres, que vence el próximo 31 de marzo, «los inquilinos con necesidades para abonar el alquiler puedan ser asistidos por el Estado Nacional a través de una ‘tarjeta AlquilAR'».
El Cofeci señaló que esto funcionaría «de la misma manera que hace con las familias en sus necesidades alimenticias a través de distintos programas como por ejemplo la tarjeta AlimentAR» y la propuesta tuvo buen eco en el Gobierno, quien se debate por éstas horas el costo de la medida y sus resultados.
Desde el Ejecutivo coincidieron con el organismo en la necesidad de “asistir a las miles de familias que viven situaciones delicadas, con pérdidas de la fuente laboral, acumulación de deudas y sin acceder a soluciones reales», lo que sería una medida que alcanzaría a la clase media, otra de las más golpeadas por la crisis y a la que pocas veces el Estado da respuestas concretas.
En ese mismo sentido, y en plena campaña electoral, el Gobierno a través del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa presentó un proyecto para elevar el piso del Impuesto a las Ganancias y así dejar exentos a más de un millón de trabajadores que hoy se encuentran alcanzados por el gravamen.
La propuesta sugiere también «aplicar los programas de financiamiento ahora 18 y 24 para aquellos inquilinos que hayan generado deudas durante la prórroga del DNU», cuestión que también se puso sobre la mesa dentro del equipo económico.