En los últimos días se confirmó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) viene planteando una serie de medidas económica para nuestro país, en el marco de las revisiones trimestrales que impone el acuerdo de refinanciamiento de deuda alcanzado por el oficialismo, que incluyen una reducción del gasto en jubilaciones, más control a las importaciones y un nuevo ajuste en las tarifas de energía.
Las propuestas del Fondo se proponen como herramientas que le permitirían al Gobierno de Alberto Fernández alcanzar las metas anuales firmadas para refinanciar los 44 mil millones de dólares de la deuda adquirida por la administración de Mauricio Macri. En estos días el directorio del FMI aprobó las metas del primer trimestre, lo que destraba la llegada del segundo desembolso de 4000 millones de dólares (de los cuales salen inmediatamente 2700 para cumplir con los compromisos de pago con el organismo financiero internacional). Desde el oficialismo se solicitó una revisión de las metas trimestrales, considerando los cambios en el panorama económico mundial derivados de la guerra en Ucrania.
El FMI aprobó las metas del primer trimestre y desembolsa otros USD 4000 millones
Con el objetivo de llegar a la meta anual del 2,5% de déficit primario, el Gobierno busca seguir incrementando la recaudación y tomó el compromiso de implementar medidas para compensar el gasto en subsidios a la energía y la asistencia social. Las proyecciones oficiales anticipan que durante el primer semestre el gasto real pasará de 12,8% anual mientras que en la segunda mitad del año se apuesta a un 7,8% del PBI.
El peso de las jubilaciones en relación con el Producto Bruto se viene reduciendo con la aplicación de la nueva fórmula de movilidad. Según el FMI “se deben evitar los ajustes discrecionales a las pensiones” (un cuestionamiento al proyecto de moratoria jubilatoria que impulsa el gobierno y comenzar a preparar “opciones de reforma” del sistema jubilatorio para ser presentadas a fin de año.
En cuanto a las jubilaciones, antes de las reformas más de fondo, el Gobierno anticipa una reducción del 8,5% previsto para 2022 a un 8,1% del PBI, mientras que gasto de capital pasaría de 2,2 a 1,8% y bienes y servicios de 0,7 al 0,6%. Según las proyecciones del Gobierno, estos recortes permitirían aumentar la asistencia social del 3,2 al 3,5% del PBI y los subsidios energéticos del 2,2 al 2,6% del PBI.
Sin embargo, desde el FMI plantean la necesidad de reducir los subsidios energéticos por el impacto que están teniendo sobre las reservas nacionales por la necesidad de importar algunos combustibles como gas o gasoil.