Después de que el Congreso Nacional termine de discutir el proyecto de modificación de la Ley de Impuesto a las Ganancias, que se está abordando en estos días, el Gobierno pretende avanzar con un plan de modificación del Monotributo, que incorporaría una serie de nuevos beneficios para los aportantes de las categorías más altas y propondría una relación más armónica entre el Régimen Simplificado (RS) y el General (RG), donde se pagan Ganancias e IVA. En ese marco también se anunciaría la demorada actualización de las escalas de facturación y las cuotas mensuales.
El proyecto fue enviado al Congreso en enero por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para ser tratado en extraordinarias, pero quedó para el inicio de las sesiones ordinarias inauguradas el primer día de este mes por el Presidente Alberto Fernández, que en su discurso ante la Asamblea Legislativa incluso exhortó a los legisladores a darle celeridad al tratamiento del proyecto de reforma de Ganancias y al de Monotributo.
Los cambios en el Monotributo son claves para actualizar las tablas de categorías y cuotas mensuales (algo que se suele hacer en los primeros días de cada año). La actual demora complica a miles de aportantes que han incrementado su facturación en sintonía con la evolución inflacionaria y en muchos casos quedaron fuera de sus categorías habituales, incluso superando la máxima prevista por el Monotributo, lo que los obliga a cambiar de régimen. Con la aprobación del nuevo proyecto se prevé una actualización cercana al 35,3%, en línea con el aumento de los haberes mínimos de los jubilados y pensionados durante el año pasado.
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El nuevo proyecto de ley que también busca una “transición armónica y permanente” entre el Monotributo y RG, otorgando una serie de beneficios a quienes deberían haber quedado fuera del RS durante 2020, así como a los que lo harían este año. “Se establece un régimen permanente que hace menos gravoso pasar al régimen general y también es una ganancia para el Estado ya que dispondrá de mucha más información, habrá mayor control por oposición”, indicó la titular de la AFIP Mercedes Marcó del Pont.
Así, la iniciativa prevé para monotributistas que se excedieron en la facturación en hasta 25% la posibilidad de permanecer en el RS, pagando un monto adicional y pasando a la categoría correspondiente. Si el contribuyente se pasó en forma voluntaria al régimen general y obtuvo ingresos hasta un 25% por encima del tope de la categoría máxima del RS también podrá volver a ser monotributista.
En lo que se define como un “puente transitorio” para el 2020, en consideración al año de epidemia de coronavirus, se establece que aquellos contribuyentes que se excedieron más de 25% pero su facturación no superó el 50% de las ventas totales anuales para una microempresa pasarán al RG y deben pagar Ganancias e IVA. Pero el proyecto les permite computar créditos fiscales presuntos en IVA y gastos fiscales presuntos en Ganancias, además de una deducción especial adicional.
Para 2022 se espera consolidar un “puente permanente” entre el ambos regímenes aplicable a personas excluidas del primero y a quienes realicen la renuncia voluntaria (lo que pasen voluntariamente al RG tendrán un beneficio adicional que consistente en una reducción del saldo deudor en el IVA del 50% en el año posterior al cambio, del 30% el siguiente y del 10% el tercero).
