El campo fue uno de los sectores más beneficiadas, desde el principio, con las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, pero las necesidades fiscales lo llevaron a «volver a exigirle un esfuerzo gravándole nuevamente retenciones e impuestos que en principio les quitó», razón que generó cortocircuitos, de consecuencias impredecibles.
El presidente de CRA, Dardo Chiesa, ya en la 3era Jornada Nacional del Agro en septiembre y ante Macri reconoció que “las retenciones calan hondo en el sentimiento del campo” pero que el sector está comprometido con el país. Así Chiesa reclamó en ese momento «el ajuste de la política y del Estado».
Desde el campo agregaron también que «comparten el objetivo del déficit cero pero que para lograr el achicamiento del sector público se necesita de un sector privado pujante que absorba recursos humanos, contenga a la gente socialmente y expanda la economía».
Con ese objetivo, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) pidió al Gobierno que avance en una la reforma laboral y política e insistió nuevamente en el reclamo de una reforma tributaria integral que alcance a Nación, provincias y municipios que les permita volverse «más competitivos».
En cuanto a la reforma laboral y la flexibilización de las condiciones de trabajo, señaló que «necesitamos una reforma laboral que permita tomar la gente que dejará el sector público para incluirla en nuestras explotaciones y agroindustrias y construir valor agregado para salir del sendero del estancamiento».