La mayor central obrera de Ecuador, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), convocó en las últimas horas a una manifestación para próximo miércoles, exigiendo el congelamiento del precio de combustibles, una mayor llegada de vacunas y la participación de representantes de los trabajadores en la discusión sobre eventuales reformas laborales.
La movilización de la semana próxima partirá desde la sede central del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en la ciudad capital de Quito, para luego dirigirse a la Casa de Gobierno. Se trata de una de las primeras grandes movilizaciones sindicales que deberá enfrentar el nuevo presidente Guillermo Lasso.
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El FUT toma como uno de sus principales reclamos el congelamiento del precio de los combustibles, que aumentan mensualmente gracias a un decreto aprobado por el ex presidente Lenin Moreno que Lasso decidió mantener en vigencia, planteando la continuidad de “políticas impopulares” derivadas de los acuerdos firmados con el Fondo Monetario Internacional por el gobierno anterior.
Desde la central obrera se busca también la derogación de la llamada Ley Humanitaria que permite acuerdos directos entre trabajadores y empleadores para modificar las relaciones laborales, con el argumento de defender las fuentes de trabajo pero habilitando de hecho una serie de retrocesos en términos de flexibilización laboral. Según el titular de la FUT Ángel Sánchez, la iniciativa ya generó que fueran despedidos 1,2 millones de trabajadores desde el inicio de la epidemia.
La central obrera también rechaza la posible privatización del IESS y otras empresas estatales, incluyendo petroleras, y se exige atención a los reclamos del sector docente (en el marco del que decenas de maestros iniciaron una huelga de hambre hace ya 23 días), que reclama la aplicación de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), una iniciativa trabada en la Corte.