La recesión económica que golpea a nuestro país se está haciendo sentir hasta en las grandes empresas del sector alimenticio. Si el año pasado numerosas PyMEs de la industria alimentaria debieron suspender, despedir trabajadores o hasta bajar definitivamente sus persianas, el inicio de 2019 trae la noticia de que dos grandes jugadores, la agroalimentaria brasileña BRF y la estadounidense General Mills decidieron liquidar sus activos en el país.
BRF concluyó la venta de sus activos en la Argentina con el traspaso de la compañía Campo Austral a las empresas de capitales argentinos Bogs y La Piamontesa (una operación de 35,5 millones de dólares). En el proceso, BRF se desprendió de las marcas Campo Austral, Calchaquí y Bocatti, así como de las tres fábricas involucradas (en San Andrés de Giles, Pilar y Florencio Varela), con capacidad de faenar 230.000 cerdos por día y procesar más de 2.000 toneladas de fiambres, embutidos y paté por mes. BRF empleaba a unas 1200 personas y tenía presencia en el país desde 1970.
Lorival Luz, directiva global de la empresa, detalló que “la venta de los activos en la Argentina es una etapa importante” del plan de “desinversión”. Y agregó: “La reducción del endeudamiento continúa siendo prioridad para BRF y la conclusión de esta etapa confirma nuestro foco en este proceso”. Se trata de la tercera y última operación de desinversión en la Argentina, luego de la venta de las subsidiarias Avex y Quickfood. El total de los activos vendidos alcanza los 145,5 millones de dólares.
Por su parte, la estadounidense General Mills, dueña de la marca La Salteña, ya confirmó sus intenciones de vender todos sus activos en el país, incluyendo a la tradicional empresa de fabricación de pastas frescas y tapas para tartas y empanadas, cuya principal planta de producción se ubica en Burzaco. El grupo nacional Perez Companc es el principal interesado en la marcha y la fábrica que emplea a 500 trabajadores, está en funcionamiento desde 1995 y tiene una capacidad de producción de 200 millones de unidades mensuales. General Mills ya había vendido el negocio de panificados, que fue adquirido por el grupo mexicano Bimbo.
También empresas como Arcor, Molinos Río de la Plata y Mastellone fueron víctimas de la difícil situación del económica nacional y el año pasado presentaron balances negativos. Arcor tuvo su peor performance en 67 años de existencia (sólo en la primera parte del 2018 perdió casi 3 mil millones de pesos). El último rojo en sus cuentas había sido en 2002. Molinos tuvo un balance negativo en el primer semestre del 2018 de casi $1.100 millones. Mastellone perdió $1.042 millones en ese mismo período.