La OIT, a través de su director, Guy Rider, se expresó ante un nuevo Día Internacional del Trabajo, por segundo año consecutivo atravesado por la pandemia del Coronavirus, que ha tenido «efectos devastadores en el mundo del empleo».
El director de la organización reconoció hubo un retroceso en el desarrollo mundial. «Como la mayoría de las crisis, ha golpeado mayormente a los más débiles y vulnerables, haciendo que un mundo desigual sea aún más desigual. La pandemia y sus consecuencias son un recordatorio contundente de la interdependencia que existe a escala mundial. Esto se aplica tanto a la salud como a nuestra vida profesional», declaró.
También comentó que la salida es la solidaridad: «Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo. Nadie puede permitirse ser indiferente ante la situación de los demás frente a la fragilidad del mundo interdependiente que hemos creado. La solidaridad es clave para nuestra supervivencia y prosperidad común, dentro y fuera de las fronteras de cada país. Por lo tanto, mientras afrontamos la crisis actual y miramos al futuro, una cosa está clara: Necesitamos una recuperación centrada en las personas, con justicia y equidad: Una recuperación sostenible e inclusiva para todos».
Rider llamó a «lograr una mejor reconstrucción conlleva adoptar decisiones políticas deliberadas y coherentes que permitan: generar empleo y garantizar condiciones de trabajo dignas para todos; extender la protección social;
proteger los derechos de los trabajadores; y hacer uso del diálogo social».
«En este Día del Trabajo recordamos las luchas históricas que obtuvieron conquistas duramente ganadas. Hoy nuevamente muchas personas en el mundo del trabajo están realizando sacrificios extraordinarios para vencer a la COVID-19. Las felicitamos al mismo tiempo que lloramos por todos aquellos que han perdido la vida», completó.