Esta semana, después de un largo proceso de crisis, finalmente la cadena de electrodomésticos Garbarino presentó su concurso preventivo de quiebra ante la Justicia, en medio de una conciliación obligatoria que dictada por el Ministerio de Trabajo por los 1.800 despidos.
La empresa, que reconoce deudas por más de 10 mil millones de pesos, también afronta una causa judicial radicada en el Juzgado N° 14. En cuanto a los 1800 despidos, la semana pasada el Ministerio de Trabajo de Claudio Moroni dictó una conciliación obligatoria por 15 días, exigiéndole a Garbarino S.A. que “en caso de haber efectuado los despidos denunciados, retrotraer la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto”.
Crisis terminal en Garbarino: mandó 1800 telegramas de despido y reclaman indemnizaciones
La crisis de la empresa se profundizó en el contexto de caída del consumo de los últimos años, primero durante el gobierno de Mauricio Macri y luego por la crisis derivada de la epidemia de coronavirus del último año y medio, contexto en el que los trabajadores de la empresa incluso estuvieron cobrando sus salarios en cuotas. La empresa también fue cerrando numerosos locales a lo largo del país.
El grupo Garbarino, conformado por las empresas Garbarino, Compumundo, Digital Fueguina, Tecnosur, Garbarino Viajes y Fiden, fue comprada hace dos años por el empresario Carlos Rosales, dueño de la aseguradora Prof y pro tesorero del club San Lorenzo, que inicialmente prometió una recuperación de la empresa que finalmente no pudo concretar.
Alberto Fernández recibió a trabajadores de Garbarino y se comprometió a buscar soluciones