La situación de la reconocida cadena de electrodomésticos se agrava y atraviesa un círculo negativo difícil vuelta atrás. La compañía ya comenzó el envío de unos 1800 telegramas de despido, lo que implica desprenderse de casi dos tercios de su plantilla de personal.
Paralelamente el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por un plazo de quince días hábiles, lo que implica la suspensión de todos los despidos por las próximas tres semanas, pero eso según indican las fuentes no parecería más que “estirar la agonía”, pues no parece encontrar una solución definitiva a la cuestión, pues la decisión de la empresa incluye el cierre definitivo de sus 105 locales de todo el país.
Pero lo que resulta aún peor, es que el despido ha sido justificado «por causa de fuerza mayor o disminución del trabajo» lo que implica indemnizaciones reducidas al 50%, que ni siquiera está haciendo efectivas.
Con la decisión de cerrar todos los locales de Garbarino para quedarse únicamente con una docena de tiendas de Compumundo y menos de 1000 trabajadores, la situación se vuelve desesperante para el resto de los agentes que, pese a la medida de la cartera que conduce Claudio Moroni.
Según plantean desde la empresa ya intentaron utilizar todas las herramientas disponibles y así y todo no hay manera de evitar el “envío“ de los telegramas. De ese modo se intenta salvar la empresa para que la situación no sea aún peor.
“La idea es permanecer en el mercado, con una empresa de menor volumen y basado en ventas digitales”, remarcaron desde la compañía que declaró como inconstitucional la prohibición de los despidos, decreto que rige desde el inicio del aislamiento por la pandemia.
Por parte de los empleados, denuncian a los dueños por irregularidades, pues “dicen que dejan a disposición las liquidaciones finales con media indemnización por emergencia y lo único que hacen es darte el papel pero no el dinero”.
Garbarino no es la única empresa del rubro electrodomésticos que enfrenta una delicada situación. Hace unas semanas Ribeiro -otra de las cadenas más importantes- se presentó en concurso de acreedores, mientras que Carsa (una de las dos empresas que opera con la marca Musimundo) avanza con un proceso de reestructuración de su deuda.
El panorama para los jugadores tradicionales de la industria se vio agravado por los cambios en los hábitos de consumo que aceleró la pandemia y el crecimiento de la venta online. En este caso, el gran ganador fue Mercado Libre. La firma fundada por Marcos Galperin desembarcó con todo en la venta de electrónica y electrodomésticos en el último tiempo, a través de su propia plataforma: Electrónica Mercado Libre, que se hizo muy fuerte en la venta de celulares y televisores.
