Recientes informes publicados por distintas consultoras y organismos oficiales confirman el impacto negativo que están teniendo las políticas del nuevo Gobierno de Javier Milei sobre la actividad productiva nacional y, en especial, sobre el poder adquisitivo de los salarios, que sigue en caída libre en un escenario de inflación descontrolada.
El índice de Remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE), calculado en base a los aportes que se realizan al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), registró durante enero una caída de casi seis puntos en relación con la inflación del mismo período (14,7% de aumento del Ripte contra 20,6% de la inflación), acumulando en dos meses un desplome de 18%. A esta cifra hay que sumarle el retroceso de diciembre, cuando el Ripte creció 8,3% contra 25,5% de suba de precios (una diferencia de casi 14 puntos).
Derrumbe en ventas de alimentos y medicación, con aumentos de más del 70%
En ese marco, desde el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma estimaron que en los dos primeros meses de gobierno de Javier Milei el salario medido a través del Ripte cayó 20,7% en términos reales, cifra sólo comparable con las registradas durante la profundísima crisis económica de 2002 (aunque todavía más grave, ya que durante todo el año posterior al estallido de 2001, la contracción salarial fue de un 26% y en la actualidad se superó el 20% en sólo dos meses).
El monitoreo periódico del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) confirma que esta caída de los salarios se produce en un escenario general de catástrofe económica, con retrocesos del consumo y de todas las actividades productivas. Según detallaron, el retroceso en el patentamiento de motos en febrero, en términos interanuales, fue del -13,7% (en enero -18,8), mientras que el de autos cayó un 18,7% (en enero 32,7%). En la construcción, según el índice Construya, se retrocedió un 29% interanual en febrero (en enero 28,2%). Las ventas minoristas de las PyMEs bajaron un 25,5% en el segundo mes del año (en enero 28,5%).
Recesión acelerada: La demanda de energía eléctrica cayó 3,7% en enero
La recaudación también da pruebas del parate económico. Las contribuciones patronales se desplomaron 21,1% en febrero (en enero 24,6%), los ingresos por el impuesto a los créditos y débitos cayeron 6,2% (-16,1% en enero), mientras que por IVA ingresó un 12,6% menos (-15,1% en enero).
El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Argentina (INDEC), también sumó información que ratifica el peligroso curso de la economía, marcando que el índice de producción industrial manufacturero cayó 12,4% en enero, en términos interanuales, con una baja del 1,3% en relación con el mes previo. El rubro de equipos, aparatos e instrumentos mostró la caía más grave, con una baja de 32,5%, seguido por muebles y otras industrias manufactureras (-24,6%) y productos de metal, maquinaria y equipo (-24,5 %).
Se desplomó el consumo de la producción PyME y se anticipa un inicio de año de recesión
Incluso desde entidades empresariales se vierten datos contundentes que confirman la recesión. El Monitor de Desempeño Industrial (MDI) que construye la Unión Industrial Argentina (UIA) mostró que en enero de este año el 61% de las empresas registró caídas (contra el 45% de enero 2023). El peor desempeño lo tuvieron las industrias que apuntan al mercado interno, con retrocesos del 61% en la producción y del 69% en las ventas.
“Se registró el porcentaje más alto de empresas con caída del empleo y un deterioro notable en relación a relevamientos previos”, detalla el MDI, registrando un 21% de empresas con retrocesos en este rubro (cuando en enero del año pasado se había registrado un crecimiento de 6.5%). “Se registraron los niveles más bajos de la serie en las variables de producción y ventas, indicando una agudización de las dificultades en el entramado productivo industrial, especialmente en las PyMES”, se concluye.