Durante el mediodía de este viernes, trabajadores despedidos del frigorífico quilmeño Penta manifestaron en el Puente Pueyrredón, reclamando la reapertura de la empresa, la reincorporación de los 240 empleados y el pago de los sueldos adeudados. También denuncian el accionar de patotas al servicio de la patronal, que atacaron asambleas de despedidos en los últimos días.
Pese a la fuerte presencia de Prefectura, los trabajadores sostuvieron un corte de las dos manos del puente Pueyrredón, uno de los principales accesos a la Ciudad de Buenos Aires desde el sur del conurbano, durante más de una hora. Además de la exigencia de reapertura de la planta y reincorporación de los despedidos, los trabajadores denuncian que hace dos días, cuando estaban realizando una asamblea en la puerta de la fábrica, fueron atacados por una patota, presuntamente enviada por el dueño de la empresa, Ricardo Bruzzese, que incluso atacó a tiros a algunos de los despedidos presentes.
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Desde la regional Quilmes de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la CTA Autónoma, repudiaron el accionar empresarial: “Desde ATE y la CTA Autónoma de Quilmes repudiamos enérgicamente el accionar de las patotas mercenarias a sueldo, pagados por Bruzzese, que en el día de hoy salieron a responder con tiros de armas de fuego a los trabajadores que estaban en la puerta del frigorífico haciendo la asamblea diaria. Hace 80 días que las 250 familias del Penta no reciben su sueldo a causa del cierre de la fábrica por parte del patrón, en medio de la pandemia”.
Según señalaron los trabajadores, el origen del conflicto con la patronal tuvo que ver con las prácticas antisindicales de la empresa, que se negó a aceptar una elección de delegados y, tras distinto tipo de amenazas, procedió a cerrar la planta el pasado 17 de marzo y a ocupar la planta con lo que los despedidos definen como una “patota”, que se mantiene en el predio de la empresa para que los despedidos no puedan intentar la ocupación.
Los trabajadores, que llevan más de 80 días sin cobrar sus sueldos, también denuncian que la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza aún no respondió a sus reiterados pedidos de audiencia para poder evaluar una salida a este conflicto que deja en situación de grave vulnerabilidad a 240 familias del distrito.