La industria del cine abatida por la pandemia: proyectos de trabajo y asistencia a las obras sociales

En un momento extremadamente complejo para la industria audiovisual, producto de la pandemia , el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales) está proyectando la realización de una serie de concursos paliativos, consciente de que no sólo fueron una de las primeras actividades afectadas por la necesidad de aislamiento social, sino que serán una de las últimas en restituirse a la “nueva normalidad”.

Consultado por Estado de Alerta, respecto al carácter de esos concursos, el vicepresidente del Instituto, Nicolás Batlle señaló que “serán unos 5 o 6 concursos que se están lanzando este mes, con carácter federal, on line, por medios digitales, destinados a realizadores de primeras y segundas películas que apuntar a fortalecer y mejorar los proyectos de guionistas, directores y productores de todo el país”.

Así, según Batlle, el INCAA está “dando señales de vida en medio de esta situación, alentando la capacidad creativa y la posibilidad de presentar proyectos”, aunque reconoció que “hay muchos proyectos que se han descontinuado porque no están pudiendo acceder ni a los subsidios ni a los créditos del instituto, debido a ésta crisis económica”.

Siguiendo el mismo objetivo, el cineasta dijo que «se han tomado una serie de iniciativas que son paliativas dentro del marco sanitario con el que toca afrontar» y son “ayudas a las obras sociales de los sindicatos más importantes: el SICA y la Asociación Argentina de Actores, donde se cristalizó un acuerdo y una ayuda de 6 millones de pesos para cada una de las entidades”.

Bajo la consideración de que lo peor que le puede pasar a un trabajador que se queda sin trabajo es prescindir de su obra social, destacó que “se sumaron otros dos nuevos acuerdos que también estamos suscribiendo en estos días con los otros dos sindicatos relacionados con la producción de cine en  Argentina que son, los extras (SUTEP) y el sindicato de músicos (SADEM)”, confirmó, e hizo  hincapié en que «hoy las decisiones son más bien solidarias”, debido a la magnitud de la situación de crisis del sector.

Con los cines cerrados y con la baja de lo que es publicidad en televisión, el INCAA también recauda mucho menos de lo que estaba presupuestado originalmente, eso hace que hoy el cuente con la mitad del presupuesto que iba a tener para el financiamiento de proyectos”, lamentó Batlle que secunda a Luis Puenzo al frente del Instituto.

En la industria del cine subyace la idea que que el Estado pueda ser garante de ésta recuperación. «Algunas de las herramientas que se analizaba para éste fin era un especie de tributo a la plataforma Netflix, por ejemplo, pero como todo tema tributario, tienen que pasar por el Congreso de la Nación», explicó.

Pese a tanta adversidad, lo que sí intentó garantizar -a fin de llevar tranquilidad al sector-, es que “desde la conducción de la entidad estamos trabajando febrilmente para encontrar la forma de pagar las deudas, encontrar las mejores soluciones para tratar de que salgan los pagos pendientes que el INCAA tiene con productores cinematográficos”, confirmó.

Pero parece haber una luz al final del túnel si se tiene en cuenta que “desde el organismo se está trabajando, estudiando casi una veintena de protocolos que tenemos en carpeta de diferentes países del mundo, algunos de los cuales ya han retomado la actividad en Europa”, se esperanzó.

En ese caso contó que “los protocolos dependen también de cada sector geográfico y su situación con respecto a la pandemia” y señaló que “ya hay protocolos aprobados y algunas provincias ya están habilitando rodajes, como el caso de Jujuy, Córdoba o Mendoza”,  aunque falta resolver “los problemas de transporte y que las productoras decidan ir a filmar allá”, además del desafío más grande que tenemos que es “el uso del barbijo, del distanciamiento y otros puntos que se están estableciendo, que hay que definir”, finalizó.