Tal como lo venía anticipando Estado de Alerta, hay una apuesta fuerte por parte del Gobierno a encontrar acuerdos con el campo para llevar adelante un proyecto agroexportador que pueda ser fuente de ingresos rápidos y seguros al país. Una especie de plan “quinquenal” al mejor estilo de la primera presidencia de Perón.
Si bien resulta novedosa la foto, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en el Senado a representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que integran más de 40 entidades ligadas a la agroindustria, donde intercambiaron pareceres acerca de un proyecto de trabajo que podría significar para la Argentina el pase de exportar US$65 mil a 100 mil millones de dólares y generar 700.000 nuevos empleos.
El CAA está integrado por entidades del gremialismo rural -menos la Sociedad Rural Argentina (SRA)-, incluye exportadores, organismos de las cadenas de valor, bolsas de cereales, la Mesa de la Carne, entre otras organizaciones relacionadas al campo.
En una reunión que se extendió por media hora participaron el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, que concurrió acompañado por Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), y Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
Dicho consejo impulsa la formación de una mesa nacional exportadora con el Gobierno, que irá acompañada por una ley de desarrollo exportador y estabilidad fiscal y financiera por 10 años. Su plan contempla la implementación de beneficios para la inversión, las ventas al exterior, una política de reintegros e incluso de derechos de exportación ante un crecimiento de las mismas exportaciones.
Dicha ley busca el consenso de todo el arco político para avanzar en la consolidación de la Argentina como “líder en el comercio internacional de alimentos de origen animal y vegetal, alimentación animal y exportador de tecnologías del ecosistema agro alimenticio como biotecnologías, edición génica, tecnologías de la información, maquinarias, insumos, servicios profesionales y técnicos”.
El objetivo está puesto precisamente en buscar desde la agroindustria una salida para la reactivación de la economía con más exportaciones y empleo. En el programa se apunta a que «de los 700.000 nuevos puestos de trabajo al menos 200.000 vengan como una creación directa del sector agropecuario», lo que fue confirmado por el entorno de la vicepresidenta.
El peronismo y el campo avanzan hacia un «histórico» acuerdo
La inquietud de la presidenta según trascendió por parte de los presentes, estuvo centrada en mantener un buen nivel de “abastecimiento del mercado interno”, a lo que señalaron que el plan “no plantea antagonismos entre los mercados”, aunque es un tema que genera desconfianzas y será mirado de cerca por el Gobierno nacional.
La Cancillería Argentina, por su parte, continúa reunida con las distintas cámaras nacionales y regionales tendiendo puentes para colocar en el mundo nuestros productos, y convertirnos en un país agroexportador de «alimentos» a distintas latitudes. Se puede palpar por ejemplo en el proyecto de cría y producción de cerdos para consumo chino.