La industria textil de nuestro país fue uno de los sectores industriales más golpeados por la política económica del Gobierno de Mauricio Macri. En los últimos cuatro años cayó un 30% y perdió casi 36 mil puestos de trabajo.
En la administración Macri la producción textil cayó casi un 30%, la de prendas de vestir, cuero y calzados un 26,1% y la de productos textiles que pueden utilizarse en la industria automotriz un 29,5%. El promedio de uso de la capacidad instalada industrial en lo que va del año es de 49,1%, con casi la mitad de las máquinas textiles paralizadas, mientras que en 2016 el uso de la capacidad instalada llegaba al 68%.
El sector se vio muy afectado por la suba de los costos (principalmente el costo de las tarifas de energía) y por la apertura indiscriminada de las importaciones, que en lo que hace a prendas terminadas aumentaron un 123,5%. La justificación oficial para la apertura fue la de lograr más competitividad y bajar los precios, pero las prendas de vestir y el calzado registraron un aumento de 86,3% en el último año y medio.
Según la Fundación Protejer, sólo el 8,5% del precio local deriva de los costos industriales, mientras que todo el resto pertenece a impuestos (50,3%), alquiler (12,7%), financiamiento bancario (12,2%), logística (9%), rentabilidad (4,8%) y publicidad (2,5%). Estos valores se mantienen en la composición del precio de una prenda importada, salvo el 8,5% de la producción, que es prácticamente reemplazado por un 5% de costo de importación. “El consumidor paga el mismo precio en ambos casos. El único que se beneficia es el importador con una ganancia extraordinaria. Y la producción nacional genera puestos de trabajo, agrega valor a la economía y el país no pierde dólares en importar”, concluye el infoeme.
Damián Regalini, empresario e integrante del Consejo Productivo Nacional, entidad de empresarios, industriales e investigadores, detalla: “La industria textil carga con una cruz de que por haber estado protegida, en Argentina la ropa es más cara que en otros países. Entonces abrieron la importación, destruyeron la industria, pero los precios subieron igual, por lo que tampoco se vieron beneficiados los consumidores”.
“La suba de las importaciones no pudo frenar los aumentos en el precio de la ropa, como prometió el Gobierno. En solo 18 meses, las prendas de vestir y calzados se encarecieron 86,3 por ciento”, destaca un informe del Consejo Productivo Nacional sobre la crisis del sector, elaborado en base a datos del Indec.
Regalini añadió: “Economistas liberales y cercanos al Gobierno decían que los industriales abusaban de la gente y salían a cazar en el zoológico. Lo cual era mentira porque en 2015 el 50 por ciento de la ropa que se vendía era importada. Entonces abrieron las importaciones, y de esa forma destruyeron la industria, pero los precios subieron igual”.