Este jueves se llevó adelante en el Museo del Bicentenario el Primer Congreso de la Producción y el Trabajo, que contó con la participación del presidente Alberto Fernández y de numerosos representantes del Gobierno nacional, además de empresarios, dirigentes de confederaciones, cámaras y sindicatos nacionales.
Por el lado del Gobierno, estuvieron presentes el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca; los ministros de Trabajo, Empleo y Seguridad Social Claudio Moroni, de Desarrollo Territorial y Hábitat Jorge Ferraresi, de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz. Del sector empresarial y sindical, referentes como Antonio Caló (UOM), Ricardo Pignanelli (Smata), Marcelo Fernández (Confederación General Empresaria de la República Argentina – CGERA), José Carlos Martins (Bolsa de Cereales y Consejo Industrial Argentino), Daniel Herrero (presidente de Toyota y de ADEFA) o Iván Szech (presidente de la Cámara Argentina de la Construcción), entre otros.
El evento fue convocado por la Cgera en conjunto con la Confederación de Gremios Industriales (Csira) y cuenta con el apoyo de los ministerios de Desarrollo Productivo, de Trabajo y de Economía. Durante su desarrollo se firmó un documento que recoge las principales conclusiones de los debates en mesas sectoriales y comisiones que se fueron llevando adelante a lo largo de los últimos meses.
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En su intervención de apertura del evento, el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero afirmó que Argentina “está en un camino de recuperación que ya se ve” y que avanza hacia “un modelo de desarrollo con justicia social y equidad territorial”. En ese sentido, remarcó que la industria “es la nave insignia de la recuperación argentina” y consideró que el sector “ya salió” de la crisis pandémica, alcanzando “niveles de actividad de prepandemia, superiores al 2020”, con una tasa de inversión “creció el 14% en el primer trimestre de este año”.
Según el funcionario, esos datos van en sintonía con las prioridades que debe tener el país “para avanzar, que son la producción y el empleo, para ir reduciendo la pobreza”. Y agregó: “Ese modelo debe crear riqueza y oportunidades y debe distribuirse en el país a fin de acentuar el desarrollo y resolver asignaturas pendientes, con oportunidades y empleo, trabajo genuino, en blanco, bien remunerado, recuperar consumo y el salario”.
Valorando las “políticas de contención” que aplicó el Gobierno para asistir a los distintos sectores durante la crisis epidémica, afirmó que “ya se recuperó prácticamente el 94% del empleo que la pandemia destruyó”, aunque aún quedan “actividades que no están funcionando a pleno y están rezagadas” (como el turismo, espectáculos y gastronomía). En el mismo sentido, destacó que “en el presupuesto nacional de este año se duplicó el monto para la obra pública e infraestructura”, con partidas provenientes de la “restructuración de los servicios de la deuda, lo que permitió la asignación de esos fondos”. Al respecto, enfatizó que “arrancamos el gobierno con 270 obras públicas y hoy están en marcha 2.814 en todo el país”.
A su turno, Béliz planteó: “No es el momento del diálogo en la mesa de café para describir los problemas, no podemos conformarnos simplemente con eso, sin atender a quienes quedan afuera de esa mesa”. Luego destacó la importancia de “empezar a hablar ya de una economía 4.1, que multiplica”, basada en cuatro sectores (Estado, empresarios, movimiento obrero organizado y economía popular).
Según el secretario de Asuntos Estratégicos, este Congreso constituye “una muestra de lo que puede el diálogo social”, destacándolo como herramienta que conduce “al triunfo de una sociedad organizada que no piensa sólo en el conflicto, ni en la confrontación estéril, sino de lo que somos capaces de hacer los argentinos cuando trabajamos juntos”.