Tras la severa crisis de Garbarino, que no encuentra solución, ahora se sumó Ribeiro, otra reconocida cadena de electrodomésticos, muestras de la crisis que vienen sufriendo las grandes empresas del sector por estos meses en el país.
Según señalan desde la misma empresa, la caída de ventas en unidades fue del 60% entre 2019 y el 2021. Por ese motivo, Ribeiro dejó de pagar salarios, comenzó a cerrar locales, suspendió su sitio de e-commerce y, según trascendió, busca en forma desesperada un socio para capitalizar la compañía.
Con enormes deudas, Ribeiro -fundada hace 110 años en San Luis- aspira a que un socio aporte capital, pero sin que la familia propietaria pierda el control. De fuerte presencia en el interior del país, la empresa llegó a tener 1.900 empleados y 85 sucursales en el 2018, donde comenzó cierto declive que la pandemia terminó hundir.
En la central de deudores del Banco Central, la firma ya aparece en situación de «irrecuperable». La familia Ribeiro está buscando capitalizar la empresa y en algún momento hasta se llegó a mencionar a un grupo vinculado a la actividad agroindustrial, pero de momento no ha prosperado y la situación parece casi idéntica a la de Garbarino, donde ante la falta de respuestas, los empleados movilizados, ya comienzan a pensar en cobrarse con mercadería.
En abril último, Minicuotas Ribeiro cerró una de las sucursales en General Alvear, Mendoza. La cadena también tenía definido bajar la persiana en su local en San Juan. A mediados de junio último, Ribeiro cerró su local en la ciudad de Rafaela, en el oeste de Santa Fe, lo que da cuentas del achicamiento y posible extinción de la firma.
En el Sindicato de Comercio ya pusieron en conocimiento al Ministerio de Trabajo de la gravedad de la situación y siguen el caso con preocupación. Pueden verse las banderas del gremio en algunos locales que permanecen con las persianas a semi abiertas, anticipando que no aceptarán dócilmente el cierre y los despidos en medio de deudas y sueldos impagos.