El congelamiento del precio de los combustibles por 90 días, decretado por el Gobierno nacional después de la debacle de las elecciones primarias del 11 de agosto, viene sumando cada día más presiones. A la dinámica interna, agudizada por la disparada del dólar, ahora se sumó un fuerte incremento del precio internacional del crudo por los atentados contra refinerías en Arabia Saudita.
Gabriel Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro (Fecac), afirmó que ya hay un 38% de atraso en el precio de los combustibles y anticipó que en unos pocos días esto se traducirá en desabastecimiento.
“En la actualidad tenemos una desactualización del 38%, según el cálculo que hacemos teniendo en cuenta el precio del dólar, de los biocombustibles con los que cortan las naftas y el gasoil y el valor del crudo. Hoy debería aumentar el precio de cartel en un 38%”, detalló.
Al momento de firmar el decreto de congelamiento hasta noviembre, desde el Gobierno se esperaba acumular un retraso no mayor al 25%, pero la situación nacional e internacional dejó atrás esas previsiones y está haciendo crujir cada vez con más fuerza el plan oficial. Mientras tanto, se sostiene la compensación de 116,10 pesos por barril para las empresas productoras (que se quedan con el 88% de ese dinero) y a las provincias dueñas de los yacimientos (que obtienen un 12% del subsidio).
Mientras se evalúa la posibilidad de redefinir los parámetros del decreto, el desabastecimiento ya comienza a sentirse en el interior del país, como denunciaron estacioneros de distintas localidades de las provincias de Salta, Jujuy, Córdoba y Santa Fe. Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) confirmó que “en el interior hay 700 estaciones independientes que no están siendo abastecidas normalmente y no hay otras estaciones cerca, lo que genera muchos problemas, especialmente a productores agropecuarios”.
