Leticia Rivero, tenía 40 años y era una enfermera de la localidad de Perico (provincia de Jujuy) que padecía diabetes y dada la evolución negativa de la enfermedad solicitó ser trasladada a una cama de cuidados intensivos, pero la saturación del sistema de salud hizo que muriera luego de sufrir un severo cuadro respiratorio como consecuencia del COVID-19.
Su fallecimiento recién se hizo público pero ocurrió el 25 de agosto pero finalmente la noticia trascendió luego de que diversos profesionales de la salud en Jujuy reclamaran por la muerte de la mujer de 40 años.
Rivero estaba internada en el Hospital Zabala, ubicado en la localidad en la que residía. Sus familiares y amigos habían iniciado una campaña en medios y redes sociales para lograr que fuera trasladada al Hospital San Roque, lugar en el que podía ser atendida en una cama de cuidados intensivos. Sin embargo, durante la tarde del martes pasado, murió sin poder acceder a esa cama.
“Ella pensaba que solo era un resfrío, el viernes ya empezó a sentirse mal y a agitarse. En el Hospital Zabala nos dijeron que estaba muy mal y que busquemos cama. Nosotros llamamos a todas las clínicas, hospitales, y nos dijeron que estaba colapsado, que está lleno que tenemos que esperar”, incluso en el privado, contó Paula Rivero, una prima suya.
Leticia trabajaba en una clínica privada de Perico, en donde se presume que contrajo el virus cumpliendo su función y siendo personal de primera línea en la lucha contra el coronavirus en la provincia. La familia de la enfermera recibió un llamado el lunes 24, en donde les comunicaron que iban a solicitar el traslado de Leticia al Hospital San Roque. Sin embargo, 24 horas más tarde su cuadro se agravó y falleció cerca de las 19, sin lograr dicho traslado.
Celina Castellón, presidente del Colegio de Enfermeros de Jujuy, manifestó un día después de conocer el deceso de la mujer: “Anoche conocimos el fallecimiento de una colega en la ciudad de Perico, que no tuvo acceso al sistema de salud y específicamente a una cama de terapia intensiva”.
“Lo que le pasó a esta colega es lo que veníamos advirtiendo, el sistema ya colapsó hace dos semanas. No hay camas en terapia intensiva. Cada día estoy más preocupada, la semana que viene va a ser una masacre”, expresó Castellón.
Con una carta los trabajadores de Terapia expresaron que “no pueden más” y los están dejando solos
Durante la jornada del martes, Jujuy superó los 8 mil casos de COVID-19. Según las estadísticas oficiales, 5.116 pacientes lograron recuperarse, mientras que 2.886 personas aún cursan la enfermedad. Esta cifra implica que el sistema de salud de la provincia mantenga un promedio de ocupación de 95% de las camas de terapia intensiva, las cuales alojan a pacientes contagiados de coronavirus.
En las últimas semanas “la ocupación no ha variado y estamos casi con un promedio del noventa y cinco por ciento de ocupación”, reveló el ministro de Salud jujeño, Gustavo Bouhid, al mismo tiempo de indicar que “más allá de los acuerdos logrados con las clínicas que sumaron nuevas plazas, no alcanzan las camas”, reconoció.