Los trabajadores de la mina Escondida de Chile, la más importante del país trasandino, llevaron adelante una huelga en reclamo de mejoras salariales y rechazaron la última oferta que realizó la compañía que explota el establecimiento.
La mina es de propiedad de BHP Group, quien busca diálogo con los empleados para evitar la paralización de la actividad y pidió una mediación ante el Ministerio de Trabajo. Entre los empresarios mineros crece el temor de que la situación de la Escondida se replique en otros lugares.
De hecho, Antofagasta Plc logró evitar movilizaciones en julio gracias al proceso oficial de mediación. Lundin también siguió el mismo camino mientras un gremio en la mina Candelaria anunció una votación para determinar una medida de fuerza del 4 al 5 de octubre.
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Escondida “está convencida de que su última oferta es seria y presenta mejoras”, mencionó ante los empleados. “La empresa permanece abierta al diálogo y a llegar a un acuerdo que se refleja en un contrato colectivo de beneficio mutuo que aborda los desafíos a corto y largo plazo que enfrenta como organización”, agregó.