Chile entró en la recta final de una elección histórica, en la que la sociedad el próximo domingo elegirá a los 155 constituyentes que redactarán la nueva Constitución, en medio de uno de los picos de la pandemia y tras importantes protestas sociales, con un desempleo que acecha. Se consideran los sufragios más importantes de los últimos 30 años, en los que quedará definido un nuevo pacto social.
Además, los chilenos seleccionarán a 16 gobernadores regionales, 345 alcaldes y 2.252 concejales. De acuerdo con el Servicio Electoral de Chile (Servel), están habilitados para asistir a las urnas 14.900.089 ciudadanos, que pondrán fin a una Carta Magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Como dato significativo, el movimiento feminista logró que la convención Constitucional sea un órgano paritario. Por lo tanto, Chile se convertirá en el primer país del mundo en tener una ley de leyes redactada por un número equilibrado de hombres y mujeres.
Carmen Le Foulon, coordinadora del Área de Opinión Pública del Centro de Estudios Públicos (CEP), dijo que «es una elección simbólicamente tremendamente importante» y distintos consultores estiman que los partidos tradicionales concentrarán los votos.
Mientras el debate electoral ocupa el centro de la escena, la situación del empleo se agrava: subió la desocupación en el trimestre móvil enero-marzo un 0,1 % respecto al trimestre anterior para situarse en el 10,4 % por la segunda ola de la pandemia, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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La tasa de desocupación nacional, que se incrementó así un 2,2 % con respecto al mismo período de 2020, demuestra la ralentización de la recuperación en el mercado laboral, aunque sigue alejada del máximo histórico del 13,1 % alcanzado el pasado julio.
El resultado de marzo, mes en el que la segunda ola de la pandemia se agravó y se decretaron cuarentenas masivas, fue producto de la reducción de la fuerza de trabajo (-6,7 %) menor a la disminución presentada por los ocupados (-8,9%).
