El Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT), definió un plan de lucha que incluirá el acompañamiento a la Marcha Universitaria del 23 de abril, la movilización del Día del Trabajador y un paro general nacional el jueves 9 de mayo, confirmando así acciones gremiales que venían siendo debatidas, antes y después de las recientes reuniones con el bloque de senadores de Unión por la Patria y el encuentro con funcionarios del gobierno en la Casa Rosada.
La protesta de la central sindical busca enfrentar la ofensiva social, política y económica del oficialismo, que incluye miles de despidos en el sector público, un proyecto de reforma laboral contenido en la nueva versión de la llamada Ley Ómnibus y la restitución del Impuesto a las Ganancias para cientos de miles de trabajadores, como parte del capítulo fiscal del renovado proyecto de ley.
La decisión de la fecha para el paro del día 9 del mes próximo, permitirá según los referentes sindicales, sumar distintos sectores políticos y sociales, y trabajar en las distintas provincias a través de las regionales sindicales, encontrando acuerdos de acción directa con los representantes legislativos de ambas cámaras.
En el encuentro entre la CGT y funcionarios de primera línea del Gobierno, como el jefe de gabinete Nicolás Posse; el ministro del Interior Guillermo Francos y el secretario de Trabajo Julio Cordero, ya la dirigencia gremial había anticipado la posibilidad de sostener la medida de fuerza, más allá de abrir un canal de diálogo en torno a la “modernización laboral”.
En este sentido, como temas irresueltos, que aumentaron la tensión, se ubicaron los despidos y la política oficial de demorar la homologación de los acuerdos paritarias, que en muchos casos siguen pisados por orden del ministro de Economía Luis Caputo