Los reclamos provienen desde distintos sectores pero la industria automotriz reaccionó rápidamente y envió al Gobierno de Alberto Fernández una carta en la que advierten sobre la delicada situación que enfrentan debido a las nuevas restricciones a las importaciones.
Este “cuello de botella”, como lo denominan los empresarios del rubro automotriz, se debe a que ésta política, se intensificó durante el último mes y eso generó el impedimento de realizar pagos adelantados a proveedores del exterior, lo que generó que se agote el stock de piezas para fabricar vehículos.
El documento que elaboraron los fabricantes de vehículos 0km (ADEFA) y los autopartistas (AFAC), plantearon la incertidumbre provocada por esta decisión que, sin dudas, según sus expresiones “afectará el desarrollo de los programas de producción de las terminales automotrices y la provisión de insumos por parte de proveedores”, lo que implicará también “fuerte impacto en la inversión en bienes de capital”.
Por ese motivo están solicitando, se revise este nuevo “cepo” a las importaciones que está vigente hasta fin de mes, ya que la consecuencia será el desabastecimiento de insumos y todo tipo de materias primas provenientes del exterior.
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En otros sectores, la preocupación es la misma. Por ejemplo, el caso de los fabricantes de motos, quienes están advirtiendo que en éstas condiciones se paralizará la producción y desde (CAFAM), plantearon la situación como “muy delicada”.
El escenario más delicado lo enfrentan las marcas que no son filiales de compañías del exterior, ya que no tienen posibilidades de negociar otras formas de pagos. En la carta, enviada al Ministerio de Desarrollo Productivo y al Banco Central, plantean la necesidad de que se instrumenten otras alternativas que permitan realizar pagos anticipados de importaciones para mantener la fabricación sin que la crisis de stock llegue a su límite y deban dar por terminada la producción local.