La ciudad de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires, que se mantenía este domingo bloqueada desde hacía 48 horas, sin recolección de residuos, por una protesta que llevaba adelante el Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano y su hijo Pablo, fue finalmente levantada, luego de una fuerte intervención política del Intendente local, muy afectado por la situación generada.
La medida de fuerza dictaminada por el gremio se dio luego de la que Justicia ordenara la detención de dos dirigentes de la seccional local de Camioneros acusados de extorsión contra una empresa.
Lo cierto es que la medida de fuerza encabezado por el gremio en cuestión consistió en impedir el ingreso y el egreso de camiones, por lo que el intendente local, Manuel Passaglia, acuciado por los problemas en el abastecimiento y en la recolección de residuos, amenazó con “municipalizar el servicio de recolección”.
“He decidido que, de no deponer su actitud, mañana saldremos a recolectar los residuos con los empleados municipales que sí quieren trabajar», añadió el mandatario municipal, pidiendo al gobernador Axel Kicillof y al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, «apoyo y seguridad para los trabajadores».
Los detenidos por la “presunta extorsión” fueron el titular de la seccional San Nicolás de Camioneros y concejal del Frente de Todos, Maximiliano Cabaleyro, y Fernando Espíndola, lo que despertó la reacción del sindicato, pese a que ambos habían sido denunciados por la empresa ambiental, Rey en febrero pasado por supuesta extorsión, tras un fuerte conflicto que derivó en un bloqueo. Los sindicalistas se entregaron a la Justicia luego de la orden de detención sobre ellos dictada por la jueza nicoleña, María Eugenia Maiztegui y luego se sucedieron los hechos que terminaron con una fuerte intervención política.