Antonio Caló, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), parece ser una de las razones de la disputa interna del sindicato seccional La Matanza, provincia de Buenos Aires, que se va a dirimir electoralmente.
Uno de los sectores es liderado por el secretario general, Hugo Melo, que va a competir contra su secretario adjunto, Horacio Acuña, luego de estar unidos desde 2016 bajo una lista que los llevó a la conducción en las últimas elecciones. Cabe recordar que en La Matanza la UOM tiene un peso importante, histórico, en el que surgió la figura Carlos Gdansky, un referente para muchos dirigentes gremiales.
Desde los entornos de ambos dirigentes reconocen que las diferencias se vienen gestando desde hace tiempo pero no se pudieron cristalizar en un acto electoral por la pandemia del Coronavirus, que obligó a prorrogar mandatos hasta por lo menos agosto o septiembre. Por otro lado, resta saber que rol tendrá en los próximos sufragios el Ministerio de Trabajo y la Justicia electoral, que aún no se expidió ni confirmó fecha para que los afiliados emitan su voto.
Una de las divisiones entre Melo y Acuña tiene que ver con las críticas a la conducción de Caló por parte de su secretario adjunto pero este lo desmiente categóricamente. Para Melo, esto es así y lo afirmó: “Sabíamos que algo podía venir por nuestras diferencias con el secretariado nacional, siempre siendo contestatarios por las cosas que se podrían hacer mejor y se hacen mal. No nos sorprende para nada que esto pueda ocurrir; hay, sin lugar a dudas, dos modelos gremiales distintos, el creado por (Carlos) Gdansky en la UOM de La Matanza, y el del secretariado nacional».
De hecho, compara a Acuña con lo realizado por Miguel Pichetto en las últimas elecciones: «Es lógico que quieran molestar, pero lo triste es que hayan tomado a alguien de nuestra propia estructura para hacer esto. Es triste porque ‘Pichettos’ hay en todos lados, pero no pensábamos que nos iba a pasar”.
Luego, agregó que Caló fogonea esta división: «Está claro que Antonio Caló es el que está acompañando esto, no tenemos ninguna duda de que quieren generar conflicto en la UOM de La Matanza, una de las pocas seccionales que siempre se ha manifestado ante lo que hace la UOM nacional”.
Ante esa acusación, Acuña planteó que “no hay necesidad de ventilar estas cosas”. “Son agravios infundados y gratuitos. Los dirigentes tenemos que dedicarnos a gestionar para lo que nos elige la gente y no andar hablando en los medios uno mal del otro. Querer buscar una filiación con Caló es una pavada porque, además, a la dirigencia nacional la votan los congresales que elige cada seccional. En el caso de la UOM, son 290 y 15 son de La Matanza. Caló está desde 2004 y, durante cinco elecciones, la lista Marrón (que dirige el gremio en el Distrito) lo votó. Querer vincular a uno u otro dirigente con un intento desde arriba es ridículo”, manifestó.
Además, apuntó que «ante la falta de propuestas y la falta de respuestas para la gente en lo que es situación sanitaria y lo que fue la crisis durante la pandemia, aparece este intento de agraviar a quienes tienen una voz disidente”, y pidió por “un proceso electoral limpio”, sin vincularlo con la disputa interna entre la línea Gdansky y Caló.
Y remarcó que “tenemos representación en más del 90 por ciento de las fábricas y estamos convencidos de que vamos a ganar cuando haya elecciones. Durante la pandemia, estuvimos muy presentes junto a los compañeros, mientras ellos dejaron de visitar las fábricas y ocurrieron muchas cosas que no estuvieron bien para los compañeros”, al mismo tiempo que reconoció que “es muy difícil” que se pueda llegar a un entendimiento. “Se entró en un nivel de agravios muy fuerte que es complejo volver atrás. Queremos debatir ideas y propuestas”, dejó en claro.