La recesión, producto de costos fijos cada vez más altos y una caída de la demanda importante, llevó a que en un año cierren 1328 fábricas, según datos oficiales. Desde el arribo de Cambiemos al poder, los emprendimientos fabriles que bajaron sus persianas son 2871, todo un verdadero récord.
La estadística elaborada por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que publica la AFIP, da cuenta que a octubre de 2018 se registran 55.9244 empleadores, de los cuales 53.405 corresponden a la industria manufacturera. Y en tan sólo un año cerraron 1328 ya que un año antes, en octubre de 2017, las industrias manufactureras registradas eran 54.733, una cifra alarmante.
A esos números hay que agregar a las 822 que cesaron de operar durante el año anterior y las 721 que lo hicieron entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2016. La estadística no contempla los casos de fábricas que ante la falta de demanda decidieron suspender su actividad y a sus empleados, pero no cerraron, o aquellas que clausuraron su establecimiento para derivar su producción a otros.
Desde la Unión Industrial Argentina, a través de José Urtubey, establecieron que “no hay un plan de desarrollo económico en Argentina. El gobierno pensó que por el solo hecho de que cambiara el gobierno venía una lluvia de dólares». Además, dijo que la crisis del sector productivo se generó por “la falta de política industrial del Gobierno, la presión tributaria, las altas tasas de financiamiento y por haber destruido el mercado interno”.
«Acá hay un cóctel explosivo con las medidas concretas que ha tomado el Gobierno, como devaluación, tasa de interés inalcanzable y apertura de la economía”, señaló la Asamblea de Representantes de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), entidad que entiende que Cambiemos ha montado un “circulo vicioso” que genera caída de ventas y pérdida de puestos laborales.
En tanto, en estos años la caída de la demanda se profundizó ante el fuerte proceso inflacionario y con unas paritarias que no acompañaron la suba de precios. Esto derivó en una menor participación de los trabajadores en el ingreso nacional: en el tercer trimestre de 2018, las remuneraciones al trabajo asalariado representaron el 45,9% de los ingresos cuando un año antes llegaban al 50,6.
A su vez, la generación de ingresos total quedó 4,4 puntos por detrás de la inflación, las retribuciones al trabajo asalariado se situaron 17 puntos por debajo y los excedentes de explotación brutos la superaron en 12 puntos.