Mientras las reservas del Banco Central merman peligrosamente, lo que obliga a endurecer las medidas de restricción cambiaria, el Gobierno nacional busca que los productores agropecuarios vendan unos 18 millones de toneladas de soja mantienen guardada en los silos, lo que supondría un ingreso de 7200 millones de dólares al país. El gabinete económico consensuó con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) una serie de beneficios para intentar que los productores concreten las operaciones.
Según trascendió, el Presidente Alberto Fernández le habría pedido al ministro de Economía Martín Guzmán y al de Desarrollo Productivo Matías Kulfas que abran canales de diálogo con las empresas agroexportadoras y el CAA, ofreciendo como moneda de cambio para la venta de la soja una baja temporal de las retenciones o el pago de un bono atado a la cotización de internacional de la oleaginosa. En el mismo sentido, la imperiosa necesidad de divisas también estaría llevando a analizar alguna flexibilización para las liquidaciones de exportaciones de mineras e hidrocarburíferas.
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Las agroexportadoras también exigen una rebaja de los derechos de exportación con alícuotas diferenciadas para que los productos con valor agregado como aceite y harina, denunciando que la molienda de soja en nuestro país cayó un 22% en términos interanuales, lo que implica un perjuicio de 2.500 millones de dólares.
También se liberarían los pagos de compensaciones a pequeños y medianos productores que estableciera el Fondo de Compensación para el sector agrícola, que fija devoluciones de derechos de exportación para quienes produzcan menos de 1.000 toneladas de soja (el 74% del total de los productores, unos 42.406). El pago de estas compensaciones anunciado en marzo se demoró en el contexto de la epidemia de coronavirus, pero el Gobierno está dispuesto a reactivarlo para garantizar el ingreso de divisas.
El presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa también tiene un proyecto para motivar a los productores a vender sus cosechas en lugar de guardarlas en los silos a la espera de mayores beneficios. El proyecto incluye posibles descuentos de Ganancias de un porcentaje de 120% de las facturas por la compra de fertilizantes y de 150% en las de seguros y semillas fiscalizadas, además de un plan canje de maquinaria agrícola, vehículos e implementos, entre otros incentivos.