Los efectos de la devaluación, el aumento del precio de los commodities y el congelamiento del combustible pone en crisis a las empresas PyMEs productoras de biodiesel en el territorio bonaerense y la industria está paralizada.
Por ese motivo, 300 trabajadores de plantas productoras de biodiesel de las ciudades bonaerenses de Bahía Blanca, Junín y Ramallo recibieron telegramas que los notifican de la suspensión de las actividades hasta el 31 de octubre.
Y aunque parecía uno de los sectores exentos por las políticas del gobierno de Macri, “las fórmulas que contemplan el valor del biodiesel que debían pagar las petroleras no se actualizan a la forma en la que las empresas pretenden y repercuten en los trabajadores”, aseguró el secretario general del sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca, Gabriel Matarazzo, al anunciar las suspensiones.
La medida afecta a más de 60 trabajadores de Bahía Blanca y el resto de los suspendidos son empleados de plantas de Ramallo y Junín, en la zona norte y central de la provincia, respectivamente. Según miembros del sindicato, las empresas aducen “una cuestión de costos” y “no una actualización de valores”.
La incongruencia parece estar dada en que se congelan precios pero no pisan el valor de la materia prima que son commodities, que son en dólares, con lo cual, al estar el precio final congelado, se corta la cadena productiva.
Matarazzo indicó que el sindicato denunció esta situación al Ministerio de Producción y Trabajo, por lo que prevé que la semana próxima habrá una audiencia “en la que tendrá que ser convocada la secretaría de Energía”.