Aunque no se precisó la fecha, Carlos Acuña, integrante del binomio que hoy conduce la CGT ratificó que “en noviembre vamos a un paro general de 36 horas con movilización». El sindicalista, en la previa de la de la reunión de Consejo Directivo, defendió el poderío de la histórica Central Obrera y señaló: «La CGT no es débil para nada. Tiene la mayoría de los gremios para decirle no al plan del gobierno”.
En sus declaraciones, Acuña pareciera dejar «en claro» que la diáspora de algunos dirigentes como Juan Carlos Schmid, una de las cabezas de la CGT, y otros gremios que se alejaron de la entidad, no serían un impedimento para la concreción de esta nueva medida de fuerza por 36 horas».
Estas declaraciones se dan en medio de una fuerte pelea entre el gobierno y los líderes Camioneros, que hoy se congregarán en Ezeiza para darle la bienvenida a Pablo Moyano que pondrá un pie en tierra luego de la amenaza judicial de detención que finalmente fue rechazada.
La decisión de lanzar otra medida de fuerza se comenzó a discutir a pocos días el paro del 25 de septiembre y se acentuó ya que lejos de cambiar el rumbo el gobierno continuó con el aumento de tarifas, la inflación mostró un aumento récord en el mes de septiembre y además el sindicalismo se considera (y así lo expresa) en su conjunto “víctima de una persecución política”.
Frente a esta nueva definición, el estado de movilización continúa su dinámica. De hecho el 20 de este mes el Frente Sindical para el Modelo Nacional marchará a la Basílica de Luján bajo el lema «Pan, Paz y Trabajo», donde participarán de una multitudinaria misa ecuménica que espera contar con al menos 500.000 personas.