Durante la administración Cambiemos los medicamentos aumentaron un 235% y la canasta básica se encareció un 269,3%, mientras que los salarios de los jubilados apenas percibieron una mejora del 143,6%. Esta relación regresiva respecto de los ingresos pone en peligro la vida de miles de adultos mayores que ven cada vez más complicado el acceso a medicinas que resultan fundamentales para su vida.
El informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina, en conjunto con el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria, detalla que la mayoría de los mayores de 60 años debe consumir entre 4 y 8 medicamentos permanentemente. Algunos de los habituales cuestan cerca de dos mil pesos y la cobertura de PAMI tiende a recortar cada vez más los fármacos incluidos en su cobertura. Sólo en el mes de diciembre, los principales fármacos utilizados por los jubilados registraron un aumento de 8,6%.
Solo para garantizar alimentos y servicios, un adulto mayor necesita de unos 26 mil pesos, pero el 60% de los jubilados percibe la mínima de 9309 pesos. Según el último informe del Indec confirma que durante el primer semestre de 2018, 272.920 mayores de 65 años cayeron por debajo de la línea de pobreza y otros 29.874 se convirtieron en indigentes.
Según un estudio de la Fundación Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (Cepes), basada en una muestra en Mar del Plata, una pareja de jubilados con 100% de cobertura en sus gastos de Salud requirió entre 18.500 y 20.500 pesos para no ser considerada pobre en noviembre.
El informe de CEPA detalla: “En el caso de los alimentos básicos necesarios para una correcta canasta nutricional se verifica que la inflación (2015-2018) llegó a más del 269,3 por ciento, habiendo productos, como el aceite de girasol, que aumentaron un 464,7 por ciento, la lechuga (313,6 por ciento) o la carne picada (328,8 por ciento). Los aumentos de medicamentos y alimentos superan así ampliamente el aumento del haber jubilatorio lo que produce una caída abrupta de las personas mayores en la pobreza”.
“Tras tres años transcurridos de la gestión del actual gobierno resulta cada vez más evidente la situación de retroceso y el proceso de deterioro de las condiciones de vida de las personas mayores de nuestro país, quienes día a día ven disminuir el poder adquisitivo de sus jubilaciones, lo que afecta notablemente su capacidad de compra de bienes de consumo básicos”, añade el informe. Y concluye: “Al quitar la entrega gratuita de medicamentos se puso en grave riesgo la salud de las personas mayores y la calidad de vida de aquellas con patologías crónicas, que, sin tratamiento oportuno, generan discapacidades y aumentan la fragilidad y dependencia de los mayores”.