Quinto paro general de la CGT con gran acatamiento de todos los sectores

Desde las cero horas del miércoles, rige el quinto paro general de la CGT contra la administración de Mauricio Macri. Las calles están vacías en la ciudad de Buenos Aires, donde se hace más visible el contundente acatamiento, debido a la adhesión de todos los sectores gremiales, particularmente, el de los sindicatos del transporte, clave para el éxito de la medida.

La medida se hace sentir muy fuerte ya en escuelas, universidades, bancos, comercios, hospitales, puertos, aeropuertos, terminales y fábricas y es una verdadera postal de la profunda crisis económica que atraviesa la Argentina con un nivel de despidos cercano a mil pérdida de puestos de trabajo por día.

Si bien el paro es sin movilización, poco antes de las 6 de la mañana comenzaron las concentraciones en accesos a la Ciudad de Buenos Aires, como el puente Pueyrredón, y puntos neurálgicos como Corrientes y 9 de Julio por parte de los movimientos sociales y los partidos de izquierda  que más avanzada la mañana marcharán hacia el obelisco. Manifestantes en algunos de estos puntos como el puente de la Noria, recibieron fuerte represión de la Gendarmería, con palos y balas de goma.

 

El dilatado paro de la CGT finalmente se materializó a pedido de las bases y de distintos sectores, principalmente los gremios industriales que atraviesan una situación asfixiante de cierre de fábricas y despidos, además de significativas pérdidas de poder adquisitivo.

Es decir, que la pelea que ha dado tradicionalmente el sindicalismo por los derechos del trabajador, el cuidado de los puestos de trabajo y la remuneración a cambio, se ha ampliado en varios sentidos, en una economía desbastada por la caída ininterrumpida del consumo, los altísimos costos de producción y la voluptuosa presión impositiva.

Y era urgente entonces, -aunque siempre surgen dudas sobre los efectos y resultados de un paro frente a un gobierno “sordo” y a una economía tan frágil- visibilizar la situación desesperante de miles y millones de argentinos fundidos, desocupados, caídos en la pobreza, con hambre, jubilados en situación de calle, aun sabiendo que el Gobierno, no está a tiempo, ni tiene voluntad de cambiar el rumbo de sus políticas.

Posiblemente sea la última huelga general contra la actual gestión de Macri. Desde la central sindical admiten que por la dinámica electoral que se viene es muy poco probable que se vuelva a convocar a otra medida de esta magnitud antes del 10 de diciembre.

Durante la jornada del paro, los referentes de la central obrera, brindarán un informe a las 11:00 sobre los resultados de la medida en la sede de la calle Azopardo, y luego a las 14:30 lo ampliarán en una conferencia de prensa.

El paro afectará no sólo el transporte urbano, sino también al sector aeronáutico, micros de larga distancia, transporte marítimo y, al incluir a Camioneros, tampoco habrá transporte de mercaderías ni de caudales, ni recolección de residuos.