El Gobierno nacional, a través del Banco Central, adoptó medidas para que las empresas incrementen la financiación de importaciones de bienes de capital, intermedios y suntuarios con el objetivo de re direccionar USD 1.000 millones mensuales para cubrir la demanda de energía.
Por su parte, y teniendo en cuenta el marco de escasez de divisas, las pymes sostuvieron que la medida va en el sentido correcto, aunque desde la Unión Industrial Argentina (UIA) destacaron que los problemas de las grandes empresas repercutirá en este universo en el mediano plazo y que las nuevas restricciones significarán un freno a la actividad económica.
El círculo rojo advirtió que las nuevas medidas golpearán a todas la compañías por igual, grandes y chicas, debido a la suba de los precios internacionales. Y remarcó el impacto que tendrá la medida en los precios locales, afectando al programa de Precios Cuidados, debido al incremento en materia de financiamiento a 180 días que deberán afrontar.
Una y otra postura deberán convivir en los próximos meses donde vuelve a ponerse a prueba el proceso de reactivación productiva. Desde la CGERA precisaron que “es necesario que las empresas demuestren trasparencia a la hora de importar y que no se generen excesos”. Pero los industriales que representan a grandes compañías manifestaron que “el acceso a insumos, repuestos y maquinarias importadas es clave para que el proceso productivo no se detenga”.
Estas restricciones serían para lograr una meta que en Hacienda llamaron “de mínima”, mientras que la meta “de máxima” se ubica en que las importaciones no superen los 6.000 millones por mes, objetivo que no será fácil de alcanzar, pero que resulta fundamental para evitar la sangría de billetes estadounidenses, escasos por éstas horas.
El disparador tiene que ver con la acusación de la ex presidenta, Cristina Kirchner sobre el “festival de importaciones” y a partir de allí las acciones que se vienen realizando donde la reducción, solamente excluye a la energía.
El mismo BCRA reconoció que las importaciones de energía se multiplicaron producto de la guerra Rusia Ucrania, al pasar de representar el 12% del total a un 20%, cuestión que registraron los mismos datos del INDEC.
Por el lado energético no habrá recortes. De ahí el conjunto de medidas anunciadas por el Banco Central en un intento de coordinación con Economía y el Ministerio de Desarrollo Productivo.
Pero para ello se necesita interactuar con las empresas, que deberán incrementar el financiamiento de sus importaciones. Para las adquisiciones de bienes de capital se estableció una regla que permitirá pagar un 80% en puerto de origen y el 20% restante con la nacionalización. Por otro lado, los productos que están bajo licencias no automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
Paralelamente, se amplió la lista de productos que deberán pre financiarse y podrán acceder al mercado de cambio a partir de los 360 días, mientras que las importaciones de servicios serán tratadas de la misma manera que los bienes, con la posibilidad de acceder al mercado de cambios por el mismo monto que en 2021, y de llegar a superar dicho valor, deberán financiar el saldo a 180 días. Como complemento, el Central facilitó la pre financiación de exportaciones para “acelerar el ingreso de divisas del complejo cerealero”, al extender el plazo de liquidación de divisas de los 5 a los 15 días.