La necesidad de una urgente reactivación económica en medio de la pandemia, también requiere la multiplicación de cuidados y protocolos que cada actividad deberá llevar adelante para que la “imprudencia” no se convierta en el disparador de la curva ascendente del COVID19, virus que hasta el momento, el Aislamiento Social Oblitatorio, tenía controlado.
Esto genera miles de interrogantes respecto a la capacidad de las empresas y a la disposición de los empresarios de activar todos los protocolos correspondientes para adaptarse a ésta nueva realidad, donde es clave la implementación de nuevas normas de funcionamiento y sistemas de prevención.
Respecto a la apertura de la industria, Agustín Amicone, secretario general del gremio del Calzado manifestó que la situación de reinicio de la actividad genera una “extremada expectativa respecto a la nueva modalidad de funcionamiento” y lo centró fundamentalmente “en el cumplimiento del protocolo especial que cada establecimiento debe tener en el desarrollo de las actividades en medio de la pandemia”.
En cuanto a las nuevas disposiciones reveló que “hay muchos establecimientos que las cumplen y que tienen los recaudos necesarios pero reconoció que de todos modos «hay preocupación» y que desde la organización “estamos revisando con nuestro equipo técnico todos los protocolos para comprobar si reúnen los requisitos para su actual funcionamiento”.
Amicone sí se permitió «dudar» respecto a que cada empresa se haga responsable de transportar a sus trabajadores, porque se trata de un sector donde el 95% de las empresas son PyMes.
Y al respecto señaló que: “los empresarios en muchos casos consideran esto un costo extra que no están dispuestos a asumir” y diferenció que «en el interior del país por suerte el personal, en muchos casos, tiene algún medio de locomoción, sea auto, moto o bicicleta y hasta puede ir caminando porque la proximidad lo permite”, pero “la gran preocupación del dirigente sindical resulta el 1er. y 2do. cordón del conurbano donde evitar el transporte público parece muy difícil».
Ante panoramas totalmente distintos «vamos a tener que tener mucho contralor con respecto a la norma y fundamentalmente vamos a necesitar la cooperación de todos los trabajadores a los efectos de mantenernos permanentemente informados para que las empresas den estricto cumplimiento a las normativas vigentes” remarcó Amicone con firmeza, y agregó «estaremos atentos al distanciamiento social, la toma de temperatura al ingreso, al desplazamiento de las máquinas con la distancia necesaria, la utilización de los baños”, todo lo que definió como un «sinfín de normas y de cuidados” que hay que tener para no contraer el virus.
También reconoció que «hay muchas empresas que han anticipado los protocolos al gremio para contar con la opinión de nuestra organización sindical” y señaló como su mayor deseo: “esperemos que ésta apertura para recuperar parte de la vida económica del país no traiga ninguna dificultad y mucho menos que haga que los trabajadores en uso del cumplimiento del trabajo contraigan la enfermedad”.