El municipio de la La Matanza, que lidera Fernando Espinoza clausuró al supermercado Coto de Ramos Mejía, bajo el argumento de «violación a la Ley 18284 y decreto ley 8751/77, entre otras». El hecho ocasionó que el propio dueño de la cadena, Alfredo Coto, junto a sus empleados realicen una insólita protesta en la puerta del comercio.
Para la administración, el cierre del emprendimiento comercial se realizó “por cuestiones de higiene y bromatológicas. En la inspección de rutina desarrollada por personal del Municipio se constató la presencia de productos que no cumplían con las normas y la reglamentación de sanidad”.
“Entre otras irregularidades, se detectaron productos con fecha de vencimiento manipulada, productos sin la pertinente refrigeración, mal manejo de residuos, falta de limpieza en espacio donde se manipulan fiambres, quesos y carne, sangre de carne picada cayendo sobre tortas y productos de repostería, lo que lleva a un potencial riesgo de contaminación cruzada de alimentos”, precisó el gobierno de Espinoza.
Asimismo, las autoridades denunciaron que “varios productos excedían los topes máximos de precios exigidos por el Estado nacional. Por este motivo, el personal a cargo de la inspección dio aviso inmediato a la Secretaria de Comercio de la Nación”.
En este marco, el Municipio “espera que se realice la desinfección pertinente y que se cumpla con las reglamentaciones bromatológicas, especialmente en momentos en los que la pandemia exige que las condiciones de limpieza y desinfección sean ejemplares”. Y concluyó: “En estos momentos de emergencia sanitaria nacional producto de la pandemia del Coronavirus el Municipio no tiene intereses específicos en cerrar un supermercado. Pero tiene que velar por los intereses, el beneficio y la salud de todos los matanceros”.
Por su parte el supermercadista acusó razones políticas al cierre, y el apoyo de algunos empleados tendría que ver con una interna de larga data que arrastran los empleados de Comercio.