El presidente y la mesa chica de la CGT evaluaron una salida gradual de la cuarentena

La mesa chica de la CGT se reunió éste mediodía con el presidente Alberto Fernández donde juntos se abocaron al tratamiento  de cómo enfrentar la pandemia y sus efectos. El tema no fue sólo como abordarla laboral, económica y políticamente, sino también como salir gradualmente de ella después de Pascua.

La reunión se dio en un contexto difícil. Las interminables finas de jubilados en las calles, principal grupo de riesgo que se trata de proteger con el aislamiento,  pusieron al presidente de muy mal humor,  pero trató de no hacerlo manifiesto en el encuentro y comenzó con una introducción con una estadística de la evolución del COVID19.

El mandatario estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Por el sindicalismo encabezó Héctor Daer, de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) y también estuvieron: Carlos Acuña, del Sindicato de estacioneros (SOESGyPE); Andrés Rodríguez, de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Gerardo Martínez, de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) y Hugo Benítez de las (62 Organizaciones).

Al terminar, los integrantes de la CGT, en una conferencia de prensa que encabezó Héctor Daer dejaron claro que “aparte de haber tenido por parte del Presidente todo el desarrollo de cómo se piensa la evolución con respecto a la cuestión sanitaria, conversaron sobre las preocupaciones que tenemos todos sobre cómo podemos, en coordinación con trabajadores, empresarios y el Estado, ir elaborando la salida paulatina”.

El objetivo es poner en marcha algunos sectores adicionales de la producción, pero siempre priorizando la salud y los protocolos para la prevención del contagio, cuyo pico se sabe llegará a fines de abril, principios de mayo.

Con ese objetivo Gerardo Martínez señaló que “se va a construir una mesa de diálogo” para “ir viabilizando la apertura de actividades sin olvidarnos de cuidar la salud de los trabajadores y las trabajadoras”, porque “así como nos preocupa que no haya despidos, nos preocupa cómo cuidar la vida de la gente”. El dirigente de UOCRA es uno de los que insistió en el tema debido a que la obra pública será uno de los primeros sectores que intentará reactivarse luego de la cuarentena.

Una de las principales preocupaciones es la disposición del transporte público y la coordinación con el Ministerio de Transporte para establecer la cantidad de servicios de tren y colectivos necesarios para evitar las aglomeraciones en las primeras semanas de la flexibilización de la cuarentena.

Por su parte, Acuña informó que el movimiento obrero puso “a disposición del Gobierno hoteles y campings sindicales” para poder atender la situación del Coronavirus Covid-19.

A propósito de ello, el comunicado final, no puso luz sobre una preocupación en la que ayer los sindicatos se vieron involucrados: poner a disposición de un sistema unificado de salud (público + privado), las obras sociales sindicales. Lo cierto es que luego de la marcha atrás de Ginés Gonzalez García con el decreto que impulsaba esta medida, los principales referentes de la central obrera señalaron que “está descontado el aporte y colaboración de sus obras sociales” frente a la pandemia.

Además estuvieron presentes; José Luis Lingeri, del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS); Víctor Santa María, del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH); Rodolfo Daer, del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA); y Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Armando Cavalieri, de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS); Carlos Frigerio, de la Federación Argentina de Trabajadores Cerveceros y Afines (FATCA); y Mario Calegari, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).