Alemania padece la segunda ola de Coronavirus con miles de contagios, muertos y sus trabajadores de salud al máximo, agotados ante las tareas que tienen por delante día a día. Por si fuera poco, la vacunación avanza muy lentamente, lejos de lo esperado.
Para la canciller Angela Merkel, el país se enfrenta a la fase “más dura” de la pandemia y dio cuenta que faltan profesionales de la salud para darle celeridad al plan de vacunación que, por otro lado, posee complicados trámites burocráticos.
«Alemania ha instalado cientos de centros de vacunación en pabellones deportivos y salas de conciertos y tiene la infraestructura para administrar hasta 300.000 vacunas al día», dijo el ministro de Salud Jens Spahn.
“Con la capacidad que ya hemos creado en Alemania, podremos realizar entre 250.000 y 300.000 vacunaciones por día… cuando tengamos las dosis de la vacuna”, agregó el funcionario.
Sin embargo, la mayoría están vacíos, y varios estados no planean abrir centros hasta mediados de enero, ya que dan prioridad al envío de equipos móviles a las residencias de ancianos.
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Ante este escenario, en las últimas semanas se aumentaron las restricciones, con el cierre de comercios no esenciales. Además, ningún ciudadano puede salir de su hogar salvo casos excepcionales. “Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora”, aseguró Ángela Merkel al anunciar las disposiciones. La idea, expresó la mandataria, «aplicar en todo el país el principio de ‘nos quedamos en casa’”.
