Una ráfaga de disparos convirtió ayer a Vaca Muerta en una escena de película donde caravanas de vehículos se desplazan con violencia y disparos en medio del desierto. La violencia no dejó víctimas fatales de milagro y se le atribuyó a una interna del sindicato de obreros de la Construcción UOCRA, que el sindicato desmiente.
Todo comenzó alrededor de las 8 de la mañana cuando dos personas a bordo de una Renault Koleos llegó hasta el obrador que la empresa Electrificadora del Valle (EDVSA) tiene en el yacimiento Sierras Blancas operado por Shell en sociedad con la petrolera provincial Gas y Petróleo (GyP).
El fiscal jefe Pablo Vignaroli confirmó a “Río Negro” que tras el ataque, tipo comando, al menos siete personas resultaron con heridas, pero ninguna de gravedad. En el lugar se secuestraron vainas calibre 9 milímetros, como las que utiliza la Policía.
La hipótesis que se investiga es un enfrentamiento por conseguir puestos laborales en una millonaria obra que Shell iniciará en su yacimiento en el segundo semestre. Se trata de una planta de procesamiento de petróleo (CPF, por sus siglas en inglés). Es un tipo de proyecto que demanda un elevado número de trabajadores en la etapa inicial de la obra civil.
El interventor de Uocra Neuquén, Víctor Carcar, aseguró, en declaraciones a los medios, que “la organización sindical UOCRA no tiene nada que ver con esto”. Descartó enfáticamente que existan disputas internas en el gremio como las que se le adjudican a él y a Juan Carlos Levi. Pidió a la justicia que investigue y condene a los culpables.
Levi por su parte aseguró que, al momento del hecho, se encontraba en el yacimiento Fortín de Piedra (Tecpetrol) en una recorrida para revisar las medidas de seguridad del lugar, tras la muerte de loa dos operarios de Pecom en mayo pasado.
Desde la Uocra nacional a través de una solicitada descartaron que el grupo que actuó tenga participación orgánica en el sindicato, desmintió una interna y calificó de “violentos” y “marginales” a los atacantes.
Según relatan los hechos, los hombres se reunieron con el ingeniero encargado del lugar. Minutos después llegaron hasta el lugar seis camionetas de las que descendieron al menos 15 personas, varios de ellos encapuchados, y fueron directamente a atacar a uno de los hombres que hablaban con el encargado.
En la huida los atacantes dispararon y golpearon la camioneta en la que había llegado el delegado gremial. Finalmente se subieron a las camionetas y con disparos se alejaron el lugar. No menos de 50 detonaciones se escucharon según los testigos.