La Asociación Argentina de Aeronavegantes repudió el reciente acuerdo bilateral de cielos abiertos que firmó el Gobierno de Javier Milei con la República de Chile, que otorga al país vecino la totalidad de las libertades para operar en territorio nacional argentino, con aeronaves y personal extranjero. “Este pacto intempestivo y de dudosa constitucionalidad implica la cesión de hecho de la soberanía sobre nuestro espacio aéreo, en perjuicio no sólo de nuestra línea de Bandera, sino de todo un sector del trabajo nacional”, explicaron.
El gremio encabezado por Juan Pablo Brey rechazó el acuerdo, manifestando su “profunda preocupación por las políticas aerocomerciales” que lleva adelante la actual gestión. En este sentido, alertaron sobre el riesgo de la continuidad laboral de miles de trabajadores y advirtieron que “iniciarán todas las acciones gremiales y legales pertinentes a fin de revertir esta salvaje medida”.
Brey, que es también secretario de Prensa de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), demandó medidas urgentes al Gobierno para revertir lo actuado: “Exigimos a las autoridades nacionales que tomen seriamente un tema tan sensible, del cual depende ni más ni menos que la conectividad aérea del país, y decenas de miles de puestos de trabajo argentino”.
Además, el dirigente recordó otras experiencias de cielos abiertos impuestas en la región con consecuencias negativas para la industria aerocomercial y afirmó que “ningún país que defienda seriamente sus intereses nacionales, entrega la explotación comercial de sus cielos con semejante servilismo y liviandad”. Y concluyó: “La obsesión del gobierno de atacar a los trabajadores y trabajadoras aeronáuticos argentinos, y en especial a la línea aérea de Bandera nacional, poniendo en riesgo concreto su continuidad, sólo tendrá como resultado una escalada de conflicto cuyos efectos son imprevisibles”.