Los gremios aeronáuticos lograron un acuerdo salarial de transición durante los meses de verano, hasta encarar la discusión de las paritarias 2019 en el mes de marzo. Se firmó el aumento retroactivo de 6,5%, que se reclamaba desde septiembre, una serie de sumas fijas que suman otro 8% y un bono de entre 5 y 32 mil pesos, según las categorías. Así los gremios cierran 2018 con una recomposición salarial de 43%.
El acuerdo fue firmado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) conducida por Pablo Biró, la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), liderada por Ricardo Cirielli, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) a cargo de Edgardo Llano. También rubricaron: Rubén Fernández (jerárquicos, UPSA); Genaro Trucco, de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) y Juan Pablo Brey, de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA).
En ese sentido, desde Aeronavegantes aseguraron a EDA que están «descartadas por el momento medidas de fuerza aunque “no están dadas las condiciones para firmar un acta final de acuerdo paritario» y consideraron este avance como un «paso intermedio que permite dejar atrás la causa que dio origen al conflicto, pautar sumas a cuenta y fijar como tope el mes de marzo para dar cifras definitivas al acuerdo octubre 2018/octubre 2019”.
El acuerdo fue firmado en la tarde de este jueves en las oficinas de Aerolíneas Argentinas del aeropuerto metropolitano, confirmando la política de tregua definida por el Gobierno nacional a través del nuevo secretario de Trabajo Lucas Fernández Aparicio, tal cual lo comprometido el día anterior en un encuentro con los dirigentes gremiales dirigentes, cuando también hubo un compromiso de suspender las medidas tendientes a flexibilizar las condiciones laborales en la actividad aeronáutica.
Salvo el aumento de 6,5% para recomponer el desfasaje salarial del año pasado, tanto el bono como el aumento de 3,7% que se sumará a partir de enero y el otro 4,1% de marzo no son remunerativos (lo que es una clara contradicción con un decreto nacional publicado en julio del año pasado, donde se prohibieron expresamente este tipo de pagos sin aportes y contribuciones a la seguridad social). El aumento de 3,7%, que correspondería a la paritaria de este año, recién se tornaría remunerativo en mazo.
El acuerdo salarial descomprime una situación de conflicto, que además del reclamo salarial había tenido diversos puntos álgidos en los últimos meses (incluyendo una amenaza de paro por la homologación express de licencias para pilotos extranjeros), que derivaron en asambleas, quites de colaboración y varias huelgas. La empresa primero intentó lidiar con el conflicto con amenazas y sanciones a los huelguistas, pero ante la firmeza de los gremios se vio obligada a retroceder.
Por esto en el nuevo acuerdo se incluyó el compromiso de revisar las 376 suspensiones decididas tras el paro de noviembre y se consensuó un mecanismo de “autocomposición” de conflictos que implica la apertura de una mesa de diálogo antes de la adopción de nuevas medidas de fuerza. Cirielli anticipó que “quedaron sin efecto las sanciones disciplinarias y las sanciones económicas, y en marzo veremos cómo se les devuelve el dinero que se les descontó a los trabajadores”.
Los gremios de LAN comenzarán a negociar a partir del lunes, buscando una recomposición salarial similar a la de sus colegas de Aerolíneas y Austral.