Los efectos de la Pandemia y las restricciones sanitarias están poniendo en “jaque” el funcionamiento operativo de Aerolíneas Argentinas pese a que según manifiestan desde el Sindicato de Aeronavegantes “los tripulantes de cabina hemos dado sobrada muestra de nuestra predisposición para ayudar y acompañar a la empresa en tan singular escenario”.
Desde el sindicato responsabilizan no sólo a la pandemia por el “súbito aumento de contagios y contactos estrechos”, sino que culpan a la empresa por la actual situación “que no encuentra respuestas acordes a los planteos efectuados”.
En ese sentido, denuncian “el descontrol operativo producto de las constantes y antojadizas modificaciones sobre las programaciones” que, a su entender “genera no sólo un enorme malestar en nuestro colectivo, sino también un alarmante desequilibrio en nuestra dotación”.
En este momento, señalan que “la dotación de B737 se encuentra sobreexigida innecesariamente”. Desde hace más de un año (inmediatamente después de la fusión) “venimos pidiendo a la empresa la habilitación en esa aeronave para quienes vuelan el Embraer E190”.
Al respecto insistieron en que “esta situación pudo y debió evitarse”, ya que, teniendo conocimiento que la operación de dicha aeronave se vería notoriamente limitada durante algunos meses, “a esta altura es una incógnita si la negativa a concretar esas habilitaciones es por inoperancia, intencionalidad o simple desidia”.
#Aeronavegantes #COVID19 #OmicronVariant #aerolineasargentinas preocupación por el estado operacional en @Aerolineas_AR , declaración pública de los Tripulantes de Cabina ante el caos reinante por demoras y cancelaciones #sindicato #CATT #ITFAmericas Cc @MindeTransporte pic.twitter.com/cx4LWMDuSo
— Aeronavegantes (@Aeronavegantes) January 15, 2022
Tal como están dadas las cosas, “las 3 diferentes dotaciones que conforman nuestro colectivo (A330, B737 y E190) se encuentran, por diferentes razones, desbalanceadas en cuanto a su carga de trabajo”, detallaron, lo que “afecta no sólo la equidad en el reparto de esa carga de tareas, sino también condiciones de trabajo y proyección de carrera”.
Por todo esto “apelaron al buen juicio de la empresa” para alcanzar un entendimiento “sólido y de largo plazo” y exigieron “que la empresa utilice de manera más eficiente los recursos humanos con los que cuenta”, y que no demore más “los nombramientos comprometidos para los y las comisarios del área internacional” y que “no intente programar actividades basándose en interpretaciones unilaterales de una nueva normativa aeronáutica (Decreto 877-21) sobre cuya impugnación nos encontramos trabajando”.
