Este marrtes la Confederación General del Trabajo (CGT) llevó aadelante a partir de las 14 su acto por el Día Internacional de los Trabajadores en el estado de Defensores de Belgrano. Uno de los ejes de las intervenciones fue el reclamo a favor de la reducción de la jornada laboral, como estrategia para generar más puestos de trabajo. Además, se plantearon fuertes críticas a los que definen como “emergentes antisistema” de la política, como sería el caso del dirigente ultraliberal Javier Milei, quien viene llevando adelante una intensa campaña contra los gremios y los derechos laborales.
El primer orador fue el cosecretari General Carlos Acuña (Estaciones de servicio), quien destacó que “gracias a la CGT recuperamos la democracia” y luego le apuntó al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, sin nombrarlo, quien en las últimas horas habló de impulsar una reforma laboral si llega a la Casa Rosada: “No puede ser que el eje de la campaña sea la reforma laboral porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo porque nunca laburaron”. “Bajar la jornada laboral de 8 horas a 6 para que en lugar de que haya 3 puestos de trabajo pasen a ser 4. Eso sí lo aceptamos”, sostuvo.
Luego tomó la palabra el otro cosecretario General cegetista Héctor Daer (Pablo Moyano no estuvo presente en el acto) quien también rechazó cualquier tipo de reforma laboral regresiva, como la que plantean distintos referentes de la oposición, y propuso “acabar con la jornada laboral semanal de 48 horas”, a la que definió como “una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente”. “Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las 8 horas de trabajo y las 48 semanales habrá que discutir y cambiar esto”, agregó.
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El documento central del evento, leído por el titular del Sindicato del Seguro Jorge Sola, fue propuesto por el dirigente de la construcción Gerardo Martínez, responsable del área de Internacionales de la Central obrera, con el apoyo de la mesa chica ampliada. Más allá de las críticas a dirigentes de derecha y del reclamo de más lugar en la interna del Frente de Todos, lo novedoso del texto pasa por el planteo de una reforma laboral progresiva, con reducción de la jornada laboral. En este aspecto, se afirma que los gremios son la “expresión más genuina” para “articular” el conflicto de intereses entre el capital y el trabajo, remarcando la centralidad de las negociaciones colectivas.
La propuesta además destaca la necesidad de brindar “oportunidades de realización” a los trabajadores precarizados, que vayan más allá de “la mera subsistencia con planes sociales”. En ese sentido, agrega que “el sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente también para discutir un esquema de relaciones laborales que debata la reducción de la jornada laboral, como un instrumento que estimule el empleo y distribuya mejor el beneficio extraordinario del capital”.
Retomando elementos del documento difundido hace algo más de una semana, el texto denuncia las difíciles condiciones socioeconómicas actuales y afirma que “nadie puede resignarse a que las condiciones materiales de Argentina sean con un 40% de pobres y altos niveles de desigualdad que conspiran contra la cohesión social”. Además, en el sentido de lo propuesto por la vicepresidenta Cristina Kirchner en su reciente aparición pública, se enfatiza la importancia de reestructurar la deuda con el FMI, remarcando la necesidad de una “urgente una rediscusión de plazos y pautas en las condiciones de los servicios de la deuda”.
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Desde la CGT también se reiterarán planteos hacia el oficialismo, en vistas a la conformación de listas hacia las próximas elecciones, enfatizando que los gremialistas no son “convidados de piedra” y defendiendo su derecho a “participar en las decisiones políticas” del oficialismo.
