A 20 años de la muerte de Kosteki y Santillán los movimientos sociales dieron una masiva muestra de fuerza

Organizaciones sociales, políticas, culturales sindicales y barriales recordaron este domingo a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, al cumplirse el vigésimo aniversario de su asesinato en lo que se conoció como la «Masacre de Avellaneda».

La Comisión Independiente Justicia por Darío y Maxi realizó por ese motivo una concentración en la ex Estación Avellaneda y a partir del mediodía marcharon hacia el Puente Pueyrredón.

Desde el sábado 25, los movimientos sociales, los más cercanos al Gobierno de Alberto Fernández y también los de izquierda, los más críticos de la gestión actual, se sumaron multitudinariamente en una columna donde había decenas de miles de integrantes de la economía popular que dieron una enorme muestra de fuerza a lo largo de varios kilómetros de la autopista que une zona sur con la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien el aniversario lo amerita, semejante convocatoria durante el fin de semana hizo pensar que hubo una respuesta política por parte de los movimientos sociales a las declaraciones de Cristina Kirchner sobre la tercerización de los planes por parte de las organizaciones cayetanas.

El tema generó una polémica interna muy intensa que no se agotará prontamente, porque el pedido de la ex presidenta de eliminar intermediarios y que sea el Estado directamente quien administre “altas y bajas” y todas las cuestiones de la ayuda social, sorprendió enormemente a los dirigentes de los movimientos sociales y los dejó en un lugar incómodo.

Maximiliano Kosteki y Darío Santillán eran dos jóvenes militantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, y ese miércoles 26 de junio de 2002 participaban de un corte en el Puente Pueyrredón en reclamo de «empleo digno, alimentos y planes de trabajo».

Durante la desconcentración se dio una brutal represión de la Policía Bonaerense y ambos piqueteros fueron asesinados en las adyacencias de la ex Estación Avellaneda -rebautizada Estación Darío y Maxi- con balas de plomo.

El crimen de Kosteki y de Santillán a manos de efectivos de las fuerzas de Seguridad marcó un antes y después en la sociedad argentina, sembró un piso de consenso en el rechazo a la represión policial.

Los ex policías -Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta-, autores materiales del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki fueron condenados en diciembre de 2005 a penas de prisión perpetua.