Macri: ¿»Ya tenemos una economía que empieza a ordenarse»?

El Presidente recorrió este lunes las obras hidráulicas del río Salado, con las que se busca atenuar el impacto de las inundaciones. Allí el presidente, junto a la gobernadora Vidal afirmó hoy que «ya tenemos una economía que empieza a ordenarse» y subrayó que «no se puede gastar más de lo que uno tiene».

La afirmación de Macri, y su manifiesto optimismo en su primer acto público tras su gira la semana pasada por India, Vietnam y Emiratos Árabes sorprendió a millones de argentinos que ven con tristeza el inicio de un año escolar con “bolsillos vacíos” y más que tomarlo como una afirmación lo ven como una pregunta…¿tenemos una economía que empieza a ordenarse?

El jefe de Estado, desde Roque Pérez, distrito donde visitó la obra, sostuvo que «todas estas obras son el cimiento, son las bases que estamos haciendo para construir ese país que todos queremos, sin negar las dificultades que tenemos, porque todavía estamos atravesando los coletazos del 2018».

En paralelo, un estudio del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción informa que este último año cerraron 243 empresas del rubro.

El presidente hizo énfasis en que «empezamos a tener algo elemental, que lo entendimos siempre en nuestras casas, pero que en la política se llevó a una confusión permanente que es que no se puede gastar más de lo que uno tiene» celebrando el intento del déficit cero que provoca un ajuste «no gradual» con costos sociales gravísimos para trabajadores y sectores vulnerables.

«No se puede vivir de prestado y eso lo estamos empezando a ordenar», insistió el jefe de Estado, cuando en su gestión el nivel de endeudamiento se multiplicó varias veces hasta alcanzar la suma de u$s 143.800 millones en lo que va de la era Cambiemos y del cual el 80,2% fue colocado por su Gobierno no en inversiones, sino para cubrir el déficit de caja y los gastos corrientes.

También expresó que «lo que necesita la gente para progresar son obras, obras de infraestructura que le mejoren la calidad de vida y le aumenten su capacidad productiva»  en un año donde se tuvo que reducir la obra pública en más de un 30% por falta de fondos y las mismas PPP (que eran la promesa de reactivación) quedaron también fuera de servicio por cuestiones económicas y judiciales –la famosa causa de los cuadernos-.

El presidente a días de volver del sudeste asiático subrayó además que «la tercer cosa que estamos haciendo es vincularnos con el mundo para intercambiar conocimiento, y sobre todo para llevar nuestros productos». Sus declaraciones parecieron aisladas de los reclamos de la industria nacional, desde donde afirmaron que si no están dadas las condiciones en el país para producir, por más que haya “nuevos mercados” no habrá nada que venderles, pues hoy el escenario es cierre de persianas, pedidos de quiebra, concursos preventivos, procedimientos de crisis y despidos.

En un discurso “de otro país” Macri distinguió que «otro cambio positivo es que «la gente está madurando, está entendiendo no lo que nos pasó el año pasado, lo que nos pasó durante los anteriores 15 años y los anteriores 30 años y que ahora vamos a recuperar el tiempo perdido llevándole certidumbre a la gente».

A decir verdad, la certidumbre hoy resulta ser que las clases no se iniciarán -por lo menos en gran parte del país-, que los servicios públicos presentarán nuevos aumentos en los próximos días, que la inflación no será la presupuestada (23%) sino que ya en el primer semestre alcanzará el 18%, que la pobreza no será cero sino que seguirá creciendo al ritmo de la inflación y el dólar -volátil en tiempos electorales-, que se perdieron 207.000 puestos de trabajo. Y siguen las firmas.