En medio de un escándalo por corrupción que envuelve a su hijo, una de las prioridades que tiene en carpeta el flamante presidente de Brasil, Jair Bolsonaro es reducir más de 20 mil puestos estatales para achicar lo que considerada “los gastos de la ineficiencia del Estado”.
Para ello, el ministro de Economía, Paulo Guedes, será en encargado de llevar adelante el plan de recortes y reformas en el vecino país. También el ministro jefe de Gabinete de Brasil, Onyx Lorenzoni, quien presentó las 35 metas prioritarias para los primeros cien días del gobierno.
«Vamos a luchar internamente para hacer esas reducciones dentro de los cien días. Cada vez que disminuimos la estructura del gobierno federal, reducimos los niveles jerárquicos, el desembolso con jefatura, asesoramiento y cargos comisionados, más dinero sale de la actividad media y va hacia el destino final», dijo Lorenzoni.
En el mismo sentido irán detrás de las privatizaciones y se continuará con la revisión de 6.400.000 planes sociales, para evitar posibles fraudes al Estado y bajar el costo, todo dentro de los mismos plazos. Pero no se incluye la reforma del sistema previsional que generaba tanta polémica.
El gobierno pretende presentar además el proyecto de ley anticrimen, para aumentar la eficacia en el combate al crimen organizado, al crimen violento y a la corrupción en todos los barrios, y particularmente en las favelas.