El Gobierno nacional puso en marcha este jueves un plan para incentivar a los ciudadanos a contratar seguros de vida y de retiro, con el objetivo de que se generen “ahorros” que se destinen a créditos para las pequeñas y medianas empresas.
El plan anunciado por la Superintendencia de Seguros de la Nación contempla que se puedan realizar deducciones impositivas como incentivos de ahorro en los planes contratados por los contribuyentes.
Se trata de una iniciativa diagramada en medio de la crisis económica, que aún plantea meses difíciles por delante. Las fichas del Gobierno están puestas en la cosecha, pero las Pymes del comercio y la industria manufacturera tendrán un año complejo.
El monto máximo deducible a $12.000 pesos para este año, cifra que subirá a $18.000 anuales y $24.000 anuales en los dos años subsiguientes. Estos montos no se tocaban desde 1996, en plena convertibilidad y serán ajustables por inflación.
El anuncio se hizo en el Ministerio de Hacienda, luego de una reunión conjunta con el presidente Mauricio Macri, los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne y de Producción y Trabajo, Dante Sica.
A través de un decreto, se refrendará la decisión política en los próximos días y luego, los organismos reguladores involucrados, como la AFIP o la Comisión Nacional de Valores, presentarán las regulaciones para que la opción esté disponible en el mercado en breve.
Así, las compañías de seguros de vida y de retiro, por su parte, destinarán el 10% de sus carteras de inversiones, con un monto total de $ 16 mil millones, para desarrollo de viviendas, créditos hipotecarios y obras de infraestructura.
Según estimaciones del sector, se podrían crear 1700 empleos entre la atención del desarrollo de nuevos productos y las inversiones asociadas. Los seguros de vida y retiro tienen el objetivo de brindar previsión para las familias y los individuos, resultan un vehículo para el incremento del ahorro nacional y son generadores de un círculo virtuoso.
Son coberturas sociales relacionadas con inversiones a mediano y largo plazo que se canalizan a través de las aseguradoras, que son el primer inversor institucional en el mundo. Permiten ampliar el mercado de capitales, financiando el crecimiento, con inversiones en bonos, letras, acciones y obras de infraestructura, con un efecto positivo en la economía real dado que es ahorro para financiar proyectos, invertir en empresas, construcción de viviendas, entre otras.