En Entre Ríos, la fábrica de neumáticos Imperial Cord, que abrió sus puertas a fines de 2001, no logró sortear la crisis económica y puso fin a su actividad, dejando a 41 trabajadores en la calle. Los ahora ex empleados de la firma relataron que en los últimos seis meses bajó notablemente la productividad, con turnos acotados y días de suspensión.
Hasta que esta semana el dueño de la firma se reunió con los trabajadores para expresarles: “Los números que nosotros teníamos pensado para este mes no eran los que habíamos planificado; por eso surgió la idea de ofrecer retiros voluntarios para los trabajadores”. Alfredo Migueles, secretario Ejecutivo del Sindicato del Neumático, indicó que los operarios aceptaron la propuesta «porque era la mejor opción». “Ellos propusieron una buena cifra y la gente empezó a meditarlo y a aceptarlo porque todos veíamos que laboralmente íbamos para atrás y no podíamos levantar cabeza”.
Entre las causas que derivaron en el fin del emprendimiento, la apertura de importaciones fue clave ya que entraron en cantidad cubiertas desde China y la compañía no pudo competir en igualdad de condiciones. Además, el representante sindical afirmó que perjudicó “el contrabando de cubiertas que entra de países limítrofes y nadie controla. Además, las tarifas nos impactaron mucho. Sale carísimo mantener una planta trabajando para un mercado interno que prácticamente no se mueve. Está cara la materia prima, la logística, los servicios y encima no se vendía; es un combo muy difícil”.