Ante una caída sostenida de la demanda, la empresa Deutz, dedicada a fabricar motores y tractores en la provincia de Buenos Aires, cerrará sus plantas. De este modo, dejará en la calle a los 70 empleados de la sucursal de Haedo a fines de enero.
También, a 120 operarios que se desempeñaron en la sede de General Rodríguez, lugar en el que no existe actividad desde tres meses. La compañía, que se radicó en la Argentina hace 134 años y no pudo superar la última crisis, se encuentra negociando las indemnizaciones correspondientes con representantes gremiales.
El proceso de crisis de Deutz, que supo asociarse con la autopartista Carraro Argentina en 2012 para invertir 100 millones de pesos, comenzó en 2016, ante la abrupta caída de las ventas y el alza de tarifas de servicios públicos. En ese momento, la firma decidió suspender a parte de su plantilla, que tenía 350 empleados. Intentó reacomodar sus cuenta pero en 2018 finalmente decidió bajar las persianas.