A través de Cordero, la UIA se distancia de Caputo para que el gobierno homologue paritarias

El Gobierno de Javier Milei comenzó a hacer una serie de gestos hacia el sindicalismo, buscando evitar que se concrete el paro general anunciado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 9 de mayo. En este sentido se puede ubicar la convocatoria a los principales referentes de la central obrera a Casa Rosada para mantener la primera reunión oficial desde la asunción del nuevo gobierno con funcionarios de primera línea y también el reciente trascendido de que el secretario de Trabajo Julio Cordero estaría dispuesto a homologar las paritarias que hasta el momento su cartera tenía pisadas por órdenes del ministro de Economía Luis Caputo.

Más allá de la confirmación del paro por parte de la CGT al día siguiente de la reunión en Casa de Gobierno, el ministro del Interior Guillermo Francos se manifestó optimista respecto de las posibilidades de abrir instancias de negociación para evitar la medida de fuerza: “Yo creo que hasta mayo tenemos mucho tiempo para seguir conversando. Veremos. Tenemos que analizar bien y analizar con ellos los motivos centrales por los que convocan a un paro”.

Primer encuentro oficial del Gobierno con la CGT para discutir reforma laboral, paritarias y paro general

En este sentido, cediendo a uno de los principales reclamos de la dirigencia cegetista, en las últimas horas Cordero (un hombre de Techint y de la Unión Industrial Argentina) afirmó que la administración de Milei “tiene una mención absoluta de la libertad”, por lo que no tendría sentido intervenir en las negociaciones salariales entre las partes. Al respecto, añadió: “Más allá de que hay un combate de la inflación, se solicita una responsabilidad de la sociedad para que negocien conteniendo la inflación, porque los salarios cuando se fijan no se pueden bajar”.

Tras evitar pronunciarse sobre el paro cegetista “por respeto”, aseguró que en cualquier caso “no se va a romper el diálogo” con la CGT. Y en relación con las negociaciones en torno a una reforma laboral, que se incluye en la nueva formulación de la llamada Ley Ómnibus que se reenvió la semana pasada al Congreso, enfatizó la necesidad de poner el foco “en la generación de empleo, para lo que debemos darle los marcos necesarios”. “Los distintos espacios políticos tienen las mismas ideas, esto se está alineando y la necesidad de una modernización es algo que se puso sobre la mesa como un elemento esencial”, añadió.