Después de que durante su discurso en el encuentro de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de hace algunos días la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hiciera explícito el pedido de pago de una suma fija para fin de año para los trabajadores formales públicos y privados, el presidente Alberto Fernández salió a descartar esta posibilidad, defendiendo el pago de un bono. La nueva grieta que divide al gobierno y al sindicalismo.
El punto clave de la disputa pasa por el hecho de que la suma fija pasaría a incorporarse al salario de forma permanente mientras que el bono constituye un ingreso extraordinario que se cobraría por única vez. Partiendo de esto, los gremios con más afinidad con el kirchnerismo defienden la opción planteada por Cristina Kirchner durante el acto con la UOM: “Estamos diciendo que es necesario una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores y que esto no va en detrimento de las paritarias”.
Pero, en el marco de su gira por Francia, Alberto Fernández remarcó que no habrá ningún pago de suma fija, como lo había también anticipado la nueva ministra de Trabajo Raquel “Kelly” Olmos, anticipando el pago de un bono de fin de año que no sería universal sino sólo para aquellos trabajadores con salarios por debajo de un determinado monto (aún no establecido). Este pago sería un extra por única vez para todos los trabajadores registrados.
Fernández remarcó que esta decisión obedece a que todavía existen “salarios postergados” a los que corresponde ir en “auxilio”. Y añadió: “Lo que nosotros tenemos que recuperar es el salario de todos, incluyendo a los de más bajos ingresos”. Respecto de su resistencia al reclamo de su vicepresidenta remarcó que “hay que dejar es que funcionen las paritarias”, ya que “intervenir con una suma fija, a los salarios bajos, también generan muchos problemas en muchos lugares, porque los salarios más bajos están en los municipios y los pequeños comercios”.
En el mismo sentido, el ministro de Economía Sergio Massa había planteado previamente que si aprobaba el pago de una suma fija, “hay municipios a los que les arruino las cuentas”. Al respecto, remarcó que desde su cartera se encontraba en la búsqueda de un mecanismo que permita fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores. Desde las distintas vertientes sindicales anticipan que los anuncios sobre el tema se harán una vez que logre terminar de cerrarse la votación sobre el Presupuesto 2023 en el Congreso.
A pesar de las declaraciones del Presidente, los gremios cercanos al kirchnerismo (moyanismo, CFT, Smata y las CTAs) aún albergan esperanzas respecto del pago de una suma fija. En la conferencia de prensa realizada este lunes para confirmar su participación en el acto que encabezará la Vicepresidenta en el Estadio Único de La Plata por el Día de la Militancia peronista este jueves, Pablo Moyano sostuvo que la obtención de ese pago es su “obsesión de acá a fin de año”.
Durante el mismo evento, el líder de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional por el Frente de Todos Hugo Yasky denunció que “el Presidente en tándem con un sector de la CGT obturan la suma fija”. Y concluyó: “Nosotros hace seis meses venimos reclamando una suma fija y no lo hacemos por un capricho, gente que tiene trabajo estable está por debajo de la línea de pobreza”.
