En el inicio de la última semana de julio, el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Abel Furlán y el dirigente de Somos Barrios de Pie Daniel Menéndez manifestaron su preocupación respecto de sectores empresariales formadores de precios que intentan “desestabilizar” al gobierno de Alberto Fernández por medio de maniobras especulativas con los precios y la presión sobre el dólar.
El dirigente metalúrgico remarcó en diálogo con la agencia Télam: “Acá hay sectores formadores de precios monopolizados de la alimentación o de otras industrias que hoy presionan para una devaluación. Esto lo vemos todos los días; todos los días presionan para una devaluación y nosotros debemos manifestarnos en contra de esos sectores, tenemos que salir a repudiar a esos sectores. No se puede convalidar que haya un sector minoritario que por el solo hecho de manejar el poder en la Argentina someta a las grandes mayorías populares”.
Para Furlán, estos sectores buscan “desestabilizar” al Gobierno mediante “corridas financieras y suba de precios”. Realizando un balance de las responsabilidades del oficialismo, recordó que “el Gobierno de Juntos por el Cambio empeoró la situación de los trabajadores, la situación de la industria y la situación económica y social”. Y agregó: “No se puede emitir una opinión sin antes mirar cómo llegamos a esta situación de hoy. Acá claramente hay una situación que heredó este Gobierno del anterior que condicionó de manera determinante la economía del país, por el endeudamiento que se hizo”. En este sentido, también considero el impacto negativo de la pandemia y de la actual guerra en Ucrania.
La UOM movilizó a Trabajo para meter presión en la negociación paritaria
Marcando un contraste con el carácter antiindustrialista de la gestión anterior, Furlán sostuvo: “Lo que vemos es que la economía se ha recuperado el año pasado un 10%. Este año viene en crecimiento, ojalá no tengamos que detener ese crecimiento por los problemas de las divisas que tiene hoy la Argentina. En las fábricas hay más producción y más mano de obra; lo que tenemos es un claro problema de distribución de la riqueza. Al crecimiento que tiene el país le falta concretar la puja distributiva y en esa puja distributiva hoy los trabajadores corremos en desventaja y es ahí donde el Gobierno debe prestar mucha atención, para no tener una mirada neutral sino tener una postura que acompañe a los trabajadores para que mejoren sus ingresos”.
En ese contexto, defendió al presidente Alberto Fernández, manifestándose esperanzado en que pueda revertir la crítica situación actual: “Nosotros, desde nuestra organización, auspiciamos que al Presidente le vaya bien; si a Alberto le va bien, seguramente a los trabajadores y al país le va a ir mejor. Si a Alberto le va mal, a los trabajadores y al país les irá mal”.
Respecto de su rol al frente de la UOM para los próximos cuatro años, el dirigente consideró: “La Unión Obrera Metalúrgica supo tener un rol protagónico, central; no solamente en la construcción de la unidad del movimiento obrero argentino, sino también en la discusión de un modelo de país. Y nosotros en nuestra gestión tenemos como banderas recuperar ese rol protagónico. Nos lo demanda nuestra propia historia, para que la UOM recupere ese rol. La UOM tiene que ser un faro para la unidad del movimiento obrero, pero también para exigir que el movimiento obrero cumpla un rol protagónico en la discusión del modelo de país que queremos. Ese modelo de país tiene que tener bases sólidas de la inversión, el desarrollo, la producción y el trabajo digno”.
La CGT ratificó la marcha para el 17 de agosto y repudió los dichos «antidemocráticos» de Aldo Rico
Para terminar destacó la importancia de la movilización que convoca la CGT para el próximo 17 de agosto: “La marcha es una necesidad de los trabajadores. El movimiento obrero no puede estar mirando para el costado cuando están ocurriendo cosas graves en la Argentina. Acá hay un proceso inflacionario que deteriora el poder adquisitivo del salario y no hay paritaria que pueda resolver porque siempre vamos atrás de lo inflacionario. Entonces el movimiento obrero tiene la necesidad de expresarse para resistir y repudiar a los responsables de la remarcación escandalosa que está haciendo un sector del poder económico del país. Yo estoy convencido de que acá hay sectores de poder que quieren desestabilizar al Gobierno, que quieren someter al Gobierno a un ajuste, lo que para nosotros es algo impensado en un contexto donde la Argentina tiene más de un 40% de pobres”.
Daniel Menéndez, también entrevistado por Télam, coincidió en la denuncia contra “sectores económicos concentrados que intentan avanzar en un proceso de desestabilización política”, planteando que “sólo buscan hacerse de una enorme cantidad de dólares a partir de forzar al Gobierno nacional a una devaluación”. El dirigente de Somos Barrios de Pie añadió: “Más allá del proceso de desestabilización político y económico, generará además un enorme costo para el conjunto de nuestra sociedad. Por eso entendemos que desde los movimientos populares hay que cerrar filas en el proceso de fortalecer al Gobierno y al FdT”.
Organizaciones sociales opositoras y afines al Gobierno movilizaron masiva y coordinadamente
“Creemos también que son necesarios dos aspectos fundamentales: por un lado, ser firmes ante este proceso de puja distributiva contra un sector minoritario que quiere hacerse de enormes beneficios aprovechando esta coyuntura. Por otro, en vistas del daño que han causado estas semanas de salto inflacionario y traslado a precios, es necesario exigir medidas que tengan como objetivo recomponer la capacidad de consumo y el ingreso de los sectores populares”, subrayó.
Luego afirmó que desde su sector están “absolutamente de acuerdo con el debate alrededor de impulsar un refuerzo de ingresos que permita fortalecer la economía cotidiana de los trabajadores”. Y concluyó: “Quienes formamos parte de los movimientos populares también creemos que es necesario avanzar en un paquete de leyes que tengan como norte la Emergencia Alimentaria y avanzar en el fortalecimiento de los ingresos destinados al consumo de alimentos de los sectores populares, con incrementos en la Tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo y en las prestaciones que tiene el Ministerio de Desarrollo Social a través de la Secretaría de Políticas Alimentarias».